Cómo era la guerra en tiempos de Isabel 'La Católica'
- Te contamos cómo eran los ejércitos del siglo XV
- ¿Es verdad que Gonzalo Fernández de Córdoba sustituyó a Alfonso en la batalla de Olmedo?
- ¿Le gustaba a Isabel el teatro?
Isabel no es una serie de acción, pero en este capítulo hemos estado en primera línea viendo cómo debió ser la batalla de Olmedo. En RTVE.es, como cada semana te acercamos a la historia que hay detrás de cada capítulo. Te contamos cómo eran los ejércitos del siglo XV, si es verdad que Alfonso no quiso salir a guerrear, quiénes eran los cronistas y de dónde sacó Isabel el poema que le recitó a su hermano en su cumpleaños.
Los ejércitos en el siglo XV
"No tenían nada que ver con los de la actualidad", nos cuenta Teresa Cunillera, asesora histórica de Isabel: "No tenían uniformes, no estaban organizados porque no había un jefe único. E incluso, no había un ejército como tal. Se hablaba de mesnadas y de huestes."
Nos dice Cunillera que durante la batalla se estructuraban en diferentes sectores. Las huestes del rey estaban bajo las órdenes del monarca, los caballeros comandaban siempre sus propias tropas e incluso participaban en la guerra las mesnadas concejiles, formadas por ciudadanos con posibles que disponían de armas y soldados que ponían al servicio de una causa.
"Era un conglomerado que tenía diferentes orígenes y en el momento de la batalla se tenían que unificar y eso podía ser bastante caótico". Lo único que tenían en común, nos asegura la historiadora, era que: "Primaba mucho el honor y la gloria."
Hasta tal punto eran importantes que a veces estaban por encima de la victoria frente al enemigo: "Se daba el caso de que la partida de un noble iba a atacar en primer lugar y otro en segundo. Bueno, pues a los que iban después no les gustaba para nada porque era de más honor ir en primera línea. Entonces en el momento crucial de la batalla, luchaban entre ellos, dentro del mismo bando."
Alfonso, ¿un rey cobarde?
En este cuarto capítulo hemos visto a Alfonso por primera vez en el campo de batalla. Después de la Farsa de Ávila es el rey del bando rebelde y como tal se debe comportar. Los guionistas de la serie han querido jugar con la posibilidad de que siendo tan solo un adolescente, en el último momento le entrara el pánico.
Cunillera nos advierte: "Tenemos que considerar que es una serie de ficción, no es un documental histórico. Pero tenemos unos elementos que fueron verdad. Alfonso participó en esa batalla de Olmedo, en esa época Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán era un jovenzuelo, probablemente tanto, que ni siquiera figuraba en los documentos. Es un tema que nos da que hablar. En esta serie de ficción siempre hay que jugar con elementos históricos y darles una creatividad, el elemento del arte que le da el drama."
Quiénes eran los cronistas
Alonso de Palencia y Enrique del Castillo aparecen en escena. Dos plumas al servicio de dos reyes diferentes que, contando la misma historia, parecen hablar de hechos diferentes y contrarios. Le preguntamos a Cunillera quiénes eran y en qué consistía su trabajo: "La figura de un cronista la podríamos comparar con los periodistas de hoy en día. Los cronistas siempre trabajaban para una tendencia".
Enrique IV contaba con Enrique del Castillo: " Hablaba muy bien de él. Reflejaba sus gestas, sus batallas...y daba una opinión siempre favorable".
“Si hacemos caso de lo que dice Palencia de Enrique IV, ¡menuda imagen tenemos de él!“
Por otra parte, vemos en Isabel a otro cronista muy conocido y que se mantendrá al lado de la reina aún cuando esta se case con Fernando. Alonso de Palencia se mantuvo al lado de los Reyes Católicos: "Su labor fue muy decisiva a lo largo de la historia. Si hacemos caso de lo que dice Palencia de Enrique IV, ¡menuda imagen tenemos de él!: que era débil, que era impotente y que era nefasto como rey." Por supuesto, si leemos las crónicas de Enrique del Castillo, sacamos una lectura completamente diferente.
Por eso, Teresa Cunillera nos aconseja hacer siempre un estudio cotejado: "Hay que tener mucho cuidado cuando se leen los documentos de esta época porque es una información muy sesgada".
Isabel, actriz de teatro
En este capítulo cuatro nos hemos ido de fiesta de cumpleaños. Isabel ha querido darle una sorpresa a su hermano organizando un gran banquete y representando un momo, una especie de obra de teatro en la que con un texto de Gómez Manrique ha elogiado las destrezas y proezas del joven e inexperto rey.
Cunillera nos habla del autor del texto: "Formaba parte de la corte literaria de Alfonso. Ese poema está perfectamente documentado. Además cuando nació, su padre le había encargado también uno a Gómez Manrique."