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¿Cuál es el sentido de justicia que arrastra a Electra al crimen?

  • Para el hombre arcaico, un crimen debe ser borrado con otro crimen
  • La justicia tenía una esencia divina, que arrastraba al héroe al deber sagrado
  • El mito de Electra fue tratado por los grandes autores clásicos del teatro griego

Por
electra-espia

Mitos y Leyendas

¿Donde?

En La 2 de TVE

¿Cuándo?

Los domingos, a partir de la medianoche

El tema de Electra ha sido muy frecuente entre los poetas y autores trágicos griegos, también en los creadores de épcas posteriores, desde los románticos hasta nuestra época.

EL castigo del crimen

La venganza de Orestes, como brazo material, y de su hermana Electra, como instigadora, contra su madre, Clitemnestra; ésta había sido la autora de del crimen perpretado contra su esposo Agamenón, a su regreso de la Guerra de Troya, tras diez años de ausencia.

Esta trama fue tratada por los tres grandes autores clásicos del teatro griego

Esta trama fue tratada por los tres grandes autores clásicos del teatro griego. Ya lo enfocó Esquilo en su trilogía dedicada a Orestes, que usualmente se denomina La Orestiada. Sófocles también fue seducido por el tema, y las diferencias entre ambos autores fue probablemente la que motivó la obra de Eurípides.

La venganza como justicia

El problema de la justicia entra en conflicto con las leyes del corazón. Para el hombre arcaico, un crimen debe ser borrado con otro crimen. Sin importar el tipo de relación o parentesco que guarden la víctima y el asesino.

Para el hombre arcaico, un crimen debe ser borrado con otro crimen

En aquel tiempo, el Estado aún no había establecido la idea de justicia que tenemos en la actualidad, ni la organización para administrarla. Y la venganza debía ser ejecutada por el heredero o un allegado de la víctima, para así poder seguir viviendo con honor.

Además, la justicia tenía una esencia divina, que arrastra al héroe al deber sagrado de asumir el papel de vengador.

A pesar de todo, los protagonistas de la venganza, Orestes y Electra, padecen luego horribles complejos de culpa, y ambicionan una paz interior que no logran alcanzar.