En Portada. "Cercados en el Golán"
- En Portada viaja al Golán en un momento de gran tensión en Oriente Medio
- Los altos del Golán han vuelto a ser campo de batalla entre Siria e Israel
- El reportaje da voz a la población siria y a los colonos israelíes
- Cercados en el Golán se estrena el 29 de noviembre a las 22.50 h en La 2
FICHA TÉCNICA
Guión: Esther Vázquez
Realización: Ángel Barroso
Imagen: Fernando Montenegro
Sonido: Francisco Rueda
Producción: Ana Pastor y Lourdes Calvo
Es difícil imaginar en estos días cómo se puede vivir sin un pasaporte. Bahjat, un joven de los Altos del Golán, nos lo cuenta. Lo que más le incomoda es que le traten de forma diferente cuando en el aeropuerto ven su permiso para viajar expedido por la autoridad israelí.
Tan cerca, tan lejos
Es dramático que tengas que ver a tu hermano en un tercer país, ni donde vives tú, ni en el que vive él, porque en ninguno de los dos puedes hacerlo. Y peor aún, que no le hayas podido ver en 30 años como le ocurre a Fawzya con su hermana. Y que te sea más fácil hablar con un pariente que está a 10.000 kilómetros de distancia, que con otro que viva a solo 20 kilómetros.
“Es más fácil hablar con un pariente a 10.000 km de distancia que a 20 kilómetros de casa“
Es complicado ver aquella casa donde guardas los recuerdos de tu infancia, bajo los espinos de una alambrada, como Yusef, que antes jugaba en un campo que ahora se ha convertido en línea de alto el fuego: “Pasamos allí toda nuestra niñez y ahora no puedo llegar. Es muy difícil, muy difícil” nos comentaba Yusef con cierta melancolía.
Es curioso que vayas a estudiar al país al que no te permiten visitar, salvo para realizar esos estudios. Que tengas que dejar a tu familia y adaptarte a una vida que podía haber sido la tuya si no se hubiera producido esa guerra. Como Adeeb, que lo que más le impactó en Siria fue ver allí todos los letreros escritos en árabe.
Es muy triste que uno de los días más felices de tu vida sea también uno de los más tristes. Como muchas novias del Golán que se casan con sirios y una vez que han traspasado la valla de separación, apenas puedan darse la vuelta para ver por última vez a la familia, ya que nunca más podrán regresar a su tierra.
Es paradójico que una comunidad que siempre ha estado unida por su causa, discuta ahora por una guerra que se sufre a pocos kilómetros, pero que solo pueden ver con anteojos sobre la cima de una montaña.
Mundos separados
Es evidente que los habitantes israelíes y los sirios del Golán tienen dos mundos separados. A veces, ni siquiera parece que viven en el mismo lugar, aunque haya una cosa que les una a ambos y es, como nos decía Devy, que lo que más desea en este mundo es seguir viviendo en los Altos del Golán, aunque la devolución de este territorio a Siria sea la principal premisa para que los dos países puedan alcanzar un acuerdo de paz.
A pesar de las resoluciones de la ONU que instan a la devolución de este territorio, los israelíes no quieren oír hablar de retirada: ”No pienso en eso, no quiero pensar, si lo pensara no estaría aquí” nos aseguraba David Barel desde su precioso hotel en el Monte Hermón.
Es entrañable que veas la tierra que cultivas como un recuerdo de tus seres queridos y que la quieras igual que a tus hijos, como nos explicaba Saleh en su huerto, rodeado de granadas y sandías.
Y es digno de alabanza que a pesar de los amargos tragos que la vida le ha hecho pasar, Yusef siga soñando y asegure que nadie le puede quitar ese sueño de ser optimista.