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En la tierra de los nuer

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Durante la grabación del reportaje en Leer
Durante la grabación del reportaje en Leer

Para llegar hasta Leer, en el norte de Sudán delSur, tuvimos que hacer dos vuelos, cada vez en un avión más pequeño, fletados por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, la única institución fiable para volar en este país. Tuvimos suerte. No llovió y la frágil avioneta nos trajo, sanos y salvos, a la ciudad de Leer donde hemos quedado con un grupo de misioneros combonianos que tienen mucho que contarnos.

Leer forma parte del Estado de Unity, en la zona norte del país, habitada por los nuer, el segundo grupo étnico más grande de esta nación. Se trata de una pequeña ciudad desperdigada, que está creciendo desordenadamente y con muchos frentes abiertos. A esto hay que añadir la reciente llegada de sursudaneses que durante la larga guerra civil fueron a Jartúm y ahora han retornado. Por otro lado, el subsuelo de esta región es especialmente rico en petróleo. Los misioneros llevan tiempo denunciando que el descubrimiento y la inicial explotación de este recurso ya están causando una destrucción de la tradicional vida de los nuer. Se están produciendo apropiaciones de terrenos de forma brutal y hay muy poca transparencia sobre los ingresos que obtiene el Gobierno.

Proyectos en marcha

Los misioneros y misioneras combonianos de Leer han puesto en marcha una gran cantidad de proyectos sociales, pastorales, educativos y de desarrollo. Uno de ellos es el centro de formación agrícola y ganadera. También hay varios proyectos pensados para las mujeres, tradicionalmente marginadas y excluidas de la toma de decisiones en la sociedad nuer. " Ellas tienen más libertad aquí que en otros ámbitos como sus familias o la instituciones políticas. Se sienten más libres", nos cuenta la italiana Laura Perin, una de las misioneras.

Doce años después de su llegada, los combonianos siguen empeñados en compartir su fe y su vida con las buenas gentes de Leer, olvidadas por muchos en este rincón de Sudán del Sur. Esto es lo que los combonianos llaman una misión de primera evangelización. Pero orientada siempre por la escucha atenta de la realidad y de las inquietudes del pueblo al que sirven.