Jugando con Anni B. Sweet
- La cantante malagueña nos presenta su nuevo EP, Ridiculous Games
- Nos acompañó a una sala de juegos para divertirse y cantarnos
- CONTENIDO EXTRA: Mira la versión acústica que nos ofreció de "Land"
Márcalo en la agenda
Anni B. Sweet en concierto:
6 de abril - Museo Balenciaga (Getaria, Gipuzkoa)
12 de abril - El 21 (Huesca)
19 de abril - Teatro Cicca (Las Palmas)
26 de abril - Ocho y Medio Club (Madrid)
3 de mayo - Sala BNB (Burgos)
17 de mayo - Festival Territorios (Sevilla)
31 de mayo - Sala Karma (Pontevedra)
1 de junio - Sala Le Club (A Coruña)
7 de junio - Sala Matisse (Valencia)
Con su primer disco, Start, Restart, Undo, Anni B. Sweet se convirtió en la revelación del panorama independiente. Premios, reconocimientos, gira por media Europa... Y todo eso con apenas 21 años, dos carreras a medio terminar (Arquitectura y Bellas Artes) y una familia en Málaga con sudores fríos de pensar dónde se estaba metiendo "la niña”.
Pero la cosa salió bien, muy bien. Tan bien, de hecho, que a finales de abril de 2012 publicó su segundo trabajo, Oh, Monsters!, un album menos folk y más oscurillo en el que volcó todos sus fantasmas: Miedo a enfrentarse a un segundo proyecto, miedo a la soledad, miedo al paso del tiempo... Vamos, lo que viene siendo recomponerse y colocar los pies en la tierra tras un vuelo sin motor por los cielos del éxito.
Un nuevo EP
Reciclado todo aquello, ahora recupera el tercer single de ese segundo disco, “Ridiculous Games 2060”, para incluirlo y dar nombre a un EP que acaba de ver la luz y que incorpora además un par de temas inéditos: el delicioso “Land”, que interpretó para nosotros en medio de una bolera, y su “Cruel city”, primo hermano de la casa del sol naciente.
Completa la terna con una versión de “Religión”, de sus grandes amigos Lori Meyers, y un vídeoclip (el que acompaña a Ridiculous Games) que es un trallazo de psicodelia setentera.
Anni juega para ganar
A sus flamantes 25 años, escribe, compone y coproduce todas sus canciones ella misma y lo mejor de todo: es encantadora. Acudió a nuestra entrevista con tremendo trancazo y no se quejó de que la hiciéramos cantar (sí, efectivamente, somos unos sádicos) y aún tuvo fuerza para BREARNOS al billar, al futbolín y a todo a cuanto la retamos. Humillante, muy humillante, la verdad, pero muy divertido también. Gracias infinitas desde aquí por el rato tan grato que nos hizo pasar.
Y aunque la gripe le ha obligado a cancelar un par de conciertos, nos cuentan que esta misma semana retornó con nuevos bríos, y que se armaron colas de órdago en una tienda de discos de la capital donde tenía previsto cantar. Y nosotros pues nos alegramos un montón ¿cómo no?