"Vamos a ver a Carlos viviendo situaciones muy dramáticas en la cárcel"
- ¡Atención spoiler!: La siguiente noticia desvela algunas de las tramas del capítulo
- Vuelve a ver el capítulo 250
Carlos Alcántara ha crecido ante los ojos de los millones de seguidores de Cuéntame cómo pasó. El curioso niño de pantalones cortos que jugaba en un camión abandonado se ha convertido en un atractivo joven de 21 años muy centrado en su negocio y siempre fiel a sus amigos de toda la vida y a su familia. Con su madre recuperada del cáncer, su hermana alejada de las drogas y lejos de los líos de faldas que le trajeron de cabeza años atrás, Carlos lo tenía todo para vivir feliz y tranquilo.
Sin embargo, esta semana el heredero de los Alcántara ha vivido el momento más dramático de su vida: su entrada en prisión. Y es que la policía lo considera el dueño de lo 300 gramos de cocaína encontrados en una cisterna del FlyBar. Si bien Carlos, como hemos visto hasta ahora, nada tiene que ver con el delito, parece que se niega a facilitar datos y detalles que podrían absolverle, como confesar que la papelina que encontró la policía en su bolsillo en realidad pertenecía a Karina.
"Su entrada en prisión marca un antes y un después en la vida de Carlos y a partir de ahora le veremos viviendo situaciones muy dramáticas en la cárcel", adelanta el guionista del capítulo 250, Curro Royo.
"Ha habido muchos personajes en años anteriores que han afrontado el final de temporada con una gran carga dramática sobre sus hombros y en este caso le ha tocado a Carlos. Esto responde al hecho de que Ricardo Gómez ha madurado mucho como actor y es capaz de sobrellevar tramas de este peso e intensidad", añade el guionista.
Un Antonio donpablizado
A pesar de los momentos dramáticos, el de esta semana es para su directora, Azucena Rodríguez, un capítulo "agridulce" en el que conviven "dos tonos dispares, porque mientras Carlos está detenido en los calabozos de Plaza de Castilla, Antonio y Mercedes están viviendo tramas agradables de ver para el espectador: Merche luchando por lo que cree, apoyando a mujeres que han sufrido cáncer de mama, y Antonio lidiando con toda la historia del Club 2001".
El ir y venir de Antonio al Club 2001 y las múltiples llamadas telefónicas de mujeres desconocidas han levantado las sospechas de Mercedes, que se ha plantado en el nuevo negocio que su marido ha heredado de don Pablo. Tras su estupefacción inicial al ver a Antonio rodeado de tantas mujeres, Mercedes le pide a su marido que se deshaga de ese negocio. Antonio, al que parece haberle poseído el espíritu de don Pablo, le está constando desprenderse de un negocio con el que puede ganar 200.000 pesetas a la semana de beneficios.
"Durante la lectura de guion, Imanol Arias nos comentó que a él le apetecía interpretar desde la posición de don Pablo, que Antonio asumiera actitudes de don Pablo, que se comportara un poco como él. Así que Antonio hace un suya esa paternidad y autoridad que emanaba don Pablo e incluso se toma su mismo whisky. Ha sido muy interesante ver el resultado", añade Curro Royo.
Se acerca la Nochebuena a San Genaro
Todos los asuntos de Antonio quedarán en segundo plano ya que a partir de ahora tiene una batalla muy difícil de lidiar: ayudar a su hijo a salir de la cárcel. Se acerca la Nochebuena y la mayor ilusión de la familia es poder cenar todos juntos, incluido Carlos. Para ello, Antonio recurrirá a todos sus contactos y hasta solicitará una cita con el juez que lleva el caso. Por su parte, Toni se pone en contacto con un prestigioso abogado en temas de narcotráfico para que les asesore sobre el caso de su hermano.