Alejandro Cortázar
Alejandro Cortázar es un hombre hecho a sí mismo. Sacrificado, trabajador, luchador y honrado. Cacique, sí, pero buena persona. A base de esfuerzo y tesón, logró hacerse un nombre en el mundo del vino y sacar a sus cuatro hijos adelante, ya que enviudó cuando estos eran pequeños.
Alejandro es ambicioso y aspira a desbancar profesionalmente a Los Miranda, pero tiene claro que él nunca cruzará los límites de la legalidad porque él es un empresario, no un mafioso.
Además de las viñas y las bodegas, la otra pasión de Alejandro son sus hijos. Si algo caracteriza al patriarca de los Cortázar es el amor por la familia y la obsesión de mantenerse todos unidos. Vicente, el primogénito, parece que ha crecido a imagen y semejanza de Alejandro. Rafael, el segundo, es tranquilo, sensato y con una gran bondad. Elena, la tercera y única hija, es el tesoro de Alejandro. Ella siempre será su niña a pesar de que ya es toda una mujer. Y Gabriel, el pequeño, es el que más quebraderos de cabeza le da. Es el que más noches en vela le ha hecho pasar y por el que ha tenido que dar la cara en más de una ocasión.