Más Isabel - ¿Cómo eran las fronteras de la época entre Castilla y Aragón?
Como nos cuenta Ángeles Irisarri, autora de Isabel, la reina, "en la época, había aduanas para mercancías y personas. Los aduaneros estaban en los caminos reales, en una casa o una caseta o una tienda de campaña o en las puertas de ciudades y villas, para recaudar los impuestos que, dicho sea, eran multitud."
"También vigilaban la “raya del reino”, la frontera, que estaba señala por mojones, como hoy las provincias."
Desde el lado castellano, a partir del reinado de Alfonso X, se establecieron impuestos para gravar las relaciones comerciales con reinos limítrofes: diezmos y aduanas. Los alcaldes de sacas y cosas vedadas eran responsables de impedir la salida de productos vedados y que con frecuencia abusaban de su autoridad.
Por el lado de Aragón, Tarazona y Calatayud eran los dos puntos comerciales principales. Ningún producto estaba vedado. La Aduana de Calatayud se encontraba situada junto a las murallas de la ciudad y cerca de la puerta de acceso a la misma. Desde aquel lugar estratégico no era difícil controlar a los individuos que salían y entraban portando mercancías.
El medio de transporte más frecuente era el mulo, de silla y de albarda, y por ellos no se pagaba tasa aduanera.