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Más Isabel - Los textos de San Jerónimo que lee el obispo, ¿son reales?

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El obispo Acuña, además de vigilar a Isabel para que cumpliera los deseos de Enrique, también se encarga de formarla como buena esposa. Hemos visto que para ello le lee unos textos de San Jerónimo.

San Jerónimo, Doctor de la Iglesia Católica que vivió en los siglos IV-V, reunió a su alrededor a un grupo de mujeres de la aristocracia romana a las que dirigía espiritualmente y a las que llevó al estudio de la Sagrada Escritura y a la práctica de las virtudes según la doctrina cristiana. Sus cartas fueron publicadas y utilizadas luego como manual de formación y catequesis para mujeres.

Le hemos querido preguntar a nuestras historiadoras cómo se preparaban las mujeres hace 500 años para subir al altar.

Irisarri cree que lo más probable fue que Isabel leyó los textos de San Pablo o de San Clemente de Alejandría. Y seguramente su biblioteca también estaba llena de volúmenes que hablaban de estrategias de gobierno: "Existen en esta época una serie de libros, a veces de autores anónimos, que aconsejan a príncipes y princesas -Isabel tuvo uno- sobre el modo de vivir y hacer para ser buenos gobernantes y personas ejemplares. Este género se llama Espejo de príncipes y se cultivó en toda Europa, la obra maestra es El príncipe de Maquiavelo."

Pero fuera de textos religiosos, pocos hablaban de cómo una mujer podía afrontar su vida matrimonial. Según Teresa Cunillera: "Las mujeres tenían esa información que se iban pasando en sus propios círculos. Estaban las enseñanzas de la Iglesia, para formarte como buena esposa cristiana. Pero una cosa es ser buena esposa y otra, lo que te puede beneficiar como mujer, para conseguir una armonía con tu marido."

Veremos en el próximo capítulo que precisamente este tema es el que más preocupa a Isabel. Joven, inocente y muy devota, la aspirante a Reina tiene pánico a la noche de bodas.