Más Isabel - La relación platónica de Gonzalo e Isabel, ¿es cierta?
Desde el capítulo 2 hemos visto al personaje de Peris Mencheta, Gonzalo Fernández de Córdoba, suspirar por Isabel. Los guionistas ya nos han reconocido en el reportaje que hemos hecho contándote cómo se hizo el capítulo 5, que esta parte ha sido la más difícil de plasmar en diálogos porque es la que más ingredientes de ficción tiene.
De Gonzalo hay poca documentación, solo se sabe que debió de tener una muy buena relación con Isabel porque siempre fue leal a la reina. La asesora histórica de la serie, Teresa Cunillera, dice que no podemos saber qué hacían a todas horas, pero que por los indicios históricos que se tienen, no es descabellado pensar que sí hubo una historia de amor.
Óscar Villarroel, del Departamento de Historia Medieval de la UCM, se muestra más escéptico: "Él era un segundón de una familia nobiliaria cordobesa. La ciudad y el entorno de Córdoba llevaba mucho tiempo en disputa entre dos familias emparentadas, y Gonzalo era un segundón de una de ellas. Sirvió como paje a Alfonso y, a su muerte, a Isabel. Sabemos que en la guerra civil tuvo alguna acción destacada, pero no sería hasta la Guerra de Granada cuando llegase despuntar. Sin embargo sí se hizo presente a ojos de Isabel, en el sentido de preocuparse por el destino de uno de sus servidores. Esto es así porque en 1476, estando prisionero en Córdoba por uno de sus primos, fue liberado por intercesión de los reyes. Como vemos ya estaba lejos de la corte y más preocupado por los conflictos cordobeses, pero se intervino en su favor. Desde mi punto de vista la relación que, de momento, apunta la serie entre Gonzalo e Isabel es fantasiosa y un recurso para atraer público."
Son recursos de la ficción histórica para llegar a los espectadores. Los hemos conocido en los libros de historia, pero ahora, gracias a Isabel nos los imaginamos fuera de la política. Juana de Avis, Beltrán de la Cueva, Pacheco, Isabel, Fernando...todos dejan de ser solo nombres que memorizar para ser historia que casi, casi, se puede tocar.