Wim Mertens, el sabio brillante
- El virtuoso músico belga visitó Madrid hace unos días
- Se encuentra de gira presentando su nuevo disco
- CONTENIDO EXTRA: Mira un extracto del ensayo y del concierto de Mertens
Los hay muy puristas de la música "culta" -por cierto que nunca he entendido muy bien esa expresión porque ¿en qué lugar deja eso al resto de disciplinas musicales? ¿en el abismo de la incultura?-; puristas que no consideran que lo que hace Wim Mertens pueda tildarse de eso, de música clásica/culta. Y yo me digo que, a veces, los puristas se ponen muy intensos y hasta talibanes, hablemos de clasicismo, de muñeiras o de flamenco.
Los hay también que acusan al belga de "populachero" y de "hacer siempre lo mismo", y yo entonces me pregunto: ¿qué esperan? ¿que componga jotas? Pero es que tampoco es cierto, porque el tipo ha hecho un trillón de cosas distintas, más allá de sus cerca de 70 discos y bandas sonoras: ¡Si hasta música para desfiles de moda ha compuesto!
Música responsable
En cualquier caso, en más de 30 años que lleva este hombre sobre los escenarios ¿quién no se repetiría en una o en mil ocasiones?: "Cuando uno trabaja durante tanto tiempo, treinta y tres años da la sensación de que sigue trabajando con los mismos elementos", nos contaba el propio Mertens. "Pero hay tanta evolución y desarrollo en mi música como estancamiento. Cada nueva producción es un reto y en cada producción intento introducir un elemento de sorpresa, de azar, de contingencia. Especialmente ahora, que vivimos en una sociedad que se está transformando. Es muy importante que la música no permanezca desconectada de la sociedad o de la problemática social".
Mertens prosigue: "Tenemos la obligación. Notre devoir (nuestro deber) es, como compositores, crear los ritmos que necesitamos hoy en día para sobrevivir. De hecho, esa ha sido siempre mi ambición desde el principio, aunque desde 2004 es posible que me esté centrando más en esos aspectos. Esos elementos de azar y contingencia están ahí en gran medida, especialmente en la primera mitad del programa de A Starry Wisdom".
Su conexión con España y el Mediterráneo
A Starry Wisdom, su rutilante sabiduría, es su enésimo disco y con él ha recorrido en las últimas semanas teatros de toda España y nos cuentan que con lleno en casi todas las "plazas" (y nosotros mismos pudimos constatarlo en el Teatro Auditorio de Alcobendas). En los tiempos que corren, no muchos pueden jactarse de algo así. Pero, claro, es que él ha sido y sigue siendo muy querido en estas tierras (tanto, de hecho, que se casó con una española que le acompaña allá por donde pisa).
El otro día leía, no recuerdo dónde, que Mertens transitó por las carreteras europeas cual estrella de rock hasta encontrar en su música la conexión Mediterránea y él mismo lo cuenta en la entrevista. En sus comienzos, no fue profeta en su tierra y no encontró conexión con el público belga. Todo lo contrario que aquí, donde, desde que pisó por primera vez, recibió rendición y devoción.
Buceando estos días en el maravilloso archivo de TVE, encontré una joyita del año 87. Estación de Perpiñán se llamaba el programa en cuestión y la inmensa Paloma Chamorro le presentaba, ya entonces, así: "Decir de Wim Mertens que es, con mi conocida tendencia a la hipérbole, el más interesante compositor de la segunda mitad del siglo XX. Un artista como la copa de un pino, con una expresión personalísima y totalmente decidido a sorprender siempre y no dejarse condicionar por su impacto popular". No tengo nada más que añadir. Yo he visto cosas en el archivo de TVE que no creeríais.