Soñar con los ojos abiertos
- Primera exposición dedicada al Surrealismo y el sueño en el Thyssen
- Con 163 obras de los grandes maestros surrealistas
- Destacan la presencia de artistas mujeres y la importancia del cine
Las exposiciones sobre el Surrealismo se suceden. Tras las largas colas provocadas por Dalí en el Museo Reina Sofía, los tentáculos de este movimiento de vanguardia se extienden por la ciudad de Madrid hasta la Fundación Juan March y el Museo Thyssen-Bornemisza. Sin contar la gran retrospeciva sobre Magritte en el MOMA de Nueva York, o la reincidencia del Centro Pompidou de París, con el pintor de Figueres batiendo récords de visitas antes de desembarcar en el Reina, y ahora a punto de inaugurar una exposición dedicada al Surrealismo y el objeto.
El imán del Surrealismo
¿Está el Surrealismo de moda? ¿Qué tiene que atrae al público como un imán?
Para José Jiménez, comisario de la muestra El Surrealismo y el sueño, que estos días se puede visitar en el Museo Thyssen-Bornemisza, “más que de moda está de actualidad”. Pero, ¿por qué esta coincidencia?
Jiménez cree que “el surrealismo fue un grito de libertad en un momento de crisis social muy profunda, tiene mucho que ver con la crisis que estamos viviendo ahora. Naturalmente que en la época surrealista esa crisis fue en Europa y ahora la crisis es a escala global pero ese deseo de libertad que el Surrealismo traía es algo que nosotros en este momento sentimos con mucha intensidad. Yo creo que eso explica tanto interés por el Surrealismo”.
La otra mitad de la vida
El interés en el caso de la muestra que alberga el Thyssen se ve acrecentado, ya que aporta un elemento vital para entender este movimiento artístico: el sueño, el universo onírico, la “otra mitad de la vida”. Los surrealistas no se limitan a copiar sus sueños sino que dejan de considerar el sueño como un vacío y pasan a vivirlo y a reflejarlo en sus obras de forma consciente, enriqueciendo y ampliando su mundo interior.
Y eso es lo que se vive, se experimenta y disfruta en esta exposición, que por primera vez en la historia tiene como protagonista el reino de los sueños, un despliegue maravilloso de los variados y ricos mundos oníricos de maestros como Paul Delvaux, Salvador Dalí, Man Ray, René Magritte, Max Ernst o Joan Miró. Y una lista de artistas mujeres donde aparecen nombres como la recientemente fallecida Ángeles Santos, Dora Maar, Remedios Varo o Leonor Fini.
Nombres de mujer
Mujeres, en palabras de José Jiménez, “con una personalidad muy fuerte, con una gran energía, que desarrollaron obras de importancia equivalente a la que podían desarrollar los grandes artistas varones del Surrealismo. Lo que pasa es que habitualmente quizá no se le haya prestado demasiada atención a esta cuestión y para mí es decisiva porque es también un ejemplo más de esa libertad que se busca dentro del surrealismo”.
Una libertad que en el caso del cine rozaba el delirio: Soñar con los ojos abiertos en la sala oscura. En las salas de cine es “donde se celebra el único misterio absolutamente moderno” escribió André Breton, unas salas oscuras que ven nacer al Surrealismo en paralelo a la edad de madurez del cine, un “acontecimiento” que no se entiende sin nombres como Luis Buñuel o Salvador Dalí.
La magia del cine también está presente en esta exposición con siete video-instalaciones en las que se proyectan fragmentos escogidos de diferentes películas que tienen que ver con el sueño. Hay tiempo para soñar… Hasta el 12 de enero, El Surrealismo y el sueño.