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Aitor mejora su movilidad y lucha por sonreír

  • Aitor, de cuatro años, tiene parálisis cerebral y facial además de ceguera
  • Gracias a la solidaridad de los espectadores recibe un tratamiento novedoso

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Entre Todos - Aitor ya recibe tratamiento en Cantabria

Laura y Dani necesitaban 8.850 euros para que su hijo Aitor recibiera un tratamiento urgente en un centro de Torrelavega (Cantabria). El niño, de cuatro años, sufrió una meningitis al mes de nacer que le dejó graves secuelas: parálisis cerebral y facial, además de ceguera.

Entre Todos - Daniel y Laura piden ayuda para tratar a su hijo enfermo

Necesita atención las 24 horas del día y su padre tuvo que dejar de trabajar para atenderle. Laura estaba fija y Dani, dedicado al sector de la construcción, decidió que lo mejor era dejar su empleo porque era más inestable que el de su mujer.

Con este tratamiento, esperaban que el pequeño recuperarse la sonrisa y, sobre todo, que pudiera descansar más horas, lo que también supondría un alivio para ellos, que se turnan por las noches para poder atenderlo.

Debido a su enfermedad, Aitor duerme poco. "Se queda dormido sobre las 12 (de la noche) por unas gotas que le damos, pero duerme solo tres o cuatro horas. En cuanto se despierta hay que aspirarle las secreciones porque tiene una traqueotomía", explicaba Dani.

El estado de salud del niño empeoró cuando tuvo una parada cardiorespiratoria que le provocó más lesiones. "Él sonreía y ha dejado de hacerlo, está irritado y tiene los brazos encogidos", contaba su padre.

Queremos que Aitor vuelva a sonreír

El tratamiento, a base de oxígeno a presión, permitiría que Aitor respire 10 veces más de lo que respira normalmente mejorando el funcionamiento de sus neuronas. "Queremos que vuelva a sonreír con este tratamiento y que vuelva a comer con cuchara", decía Dani.

Los progresos de Aitor

Gracias a la solidaridad de los espectadores de Entre todos, Aitor ya recibe tratamiento en Torrelavega.

"Lleva muy pocas sesiones, pero llega en la edad ideal para estos tratamientos. Lo que sí hemos visto es que ha mejorado su movilidad", explica uno de los profesionales que lo atienden. "Hemos tenido niños que han empezado a sonreír", añade.

Está más relajando e intenta girarse

Dani cuenta que su hijo está más relajado. "Ayer mismo, estando en el fisioterapeuta, intentaba girarse", apunta.

Además del tratamiento, esta familia de Lleida consiguió una vivienda en Torrelavega donde permanecer el tiempo que dure el tratamiento. Lorena, una espectadora del programa, les ofreció su casa.

"Mi marido se preguntaba de qué forma podíamos ayudar a alguien sin tener que aportar una cantidad económica. Entonces salió el caso de Aitor y Toñi pidió un piso. Los dos nos pusimos a llorar como una magdalena. Nos miramos y no nos dijimos más. Directamente cogimos el teléfono", cuenta Lorena, que aún se emociona al recordarlo.