Más Isabel - Cristóbal Colón y la influencia islámica en el descubrimiento de América
- Un sabio árabe le hace ver a Colón que sus cálculos son erróneos
- Está utilizano millas italianas en lugar de millas árabes
- ¿Ocurrió así?¿Qué autores árabes influyeron en los viajes de Cristóbal Colón?
En el capítulo de hoy de 'Isabel' vemos como Cristobal Colón entabla relación y conocimientos con un sabio musulmán. Éste es quien le insta a corregir sus cálculos, ya que las millas que está usando son las italianas y no las árabes. ¿Es cierto? ¿Ayudó la cartografía islámica en los viajes de Colón?
Esto es correctamente histórico, ya que el mismo Colón menciona en un fragmento de una carta de 1501 a los Reyes Católicos estos encuentros con sabios islámicos: “Trato y conversación he tenido con gente sabia: eclesiásticos y seglares, latinos y griegos, judíos y moros y muchos otros de otras sectas(..)".
No creemos imposible del todo que nuestro genovés hubiera contactado con algún sabio nazarí deseoso de transmitir a nuevas generaciones el legado de un reino con casi ocho siglos de existencia y cuyo final estaba cada vez más cercano.
Millas árabes en lugar de millas italianas
Retomando la corrección del sabio musulmán, la milla árabe a la que alude, es la antecesora de la actual milla náutica. Fue una medida que se estableció en la “Casa de la Sabiduría” (Bayt al-Hikmah) por Al-Farghanî y otros asistentes. Cubría aproximadamente entre 1’8 y 2 kms o 4.000 codos. Cristobal Colón siguió las tesis de Al-Faghrani (Alfargano o Alfarganus en las fuentes cristianas) y así lo cuenta su hijo Hernando:
“La quinta consideración que hacía creer más que aquel espacio fuese pequeño, era la opinión de Alfragano que a su vez la cogía de Marino de Tiro, y los que le siguen, que pone la redondez de la tierra mucho menor que los demás autores y cosmógrafos, no atribuyendo a cada grado de ella más que cincuenta y seis millas y dos tercios, de cuya opinión infería que, siendo pequeña toda la esfera, de fuerza había de ser pequeño el espacio que Marino dejaba por ignoto, y en poco tiempo navegado(…).”
En el origen del proyecto de Cristóbal Colón debemos destacar, también, la gran influencia del florentino Paolo Toscanelli, cuyas opiniones fueron expresadas en una carta de 1474 dirigida al monarca portugués, y posiblemente también a Cristóbal Colón, en la que estimaba que la distancia entre las Canarias y Catay era de unas 5.000 millas náuticas. Distancia que para Cristóbal Colón era demasiado grande y que redujo con el argumento de que “este mundo es pequeño”.
En realidad, Colón confundió, o como señalan posiblemente algunos autores, pudo cambiar a propósito la milla árabe utilizada por el geógrafo Alfargano en el cálculo del grado del Ecuador, con la milla italiana, mucho más corta.
Precisamente estos errores (accidentales o no), el de considerar que la tierra es pequeña junto a la imaginaria extensión de Asia hacia Oriente, hicieron posible el logro del proyecto de Cristóbal Colón, puesto que si Colón hubiera sabido que sus cálculos iniciales no eran ciertos, difícilmente se habría embarcado hacia el Atlántico o hubiera conseguido el apoyo financiero de los Reyes Católicos para tamaña empresa.
¿Qué autores influyeron en Colón?
Hernando Colón, en la biografía de su padre Cristóbal, señala las fuentes clásicas y medievales que indujeron al almirante a pensar que podría llegar a las Indias si navegaba hacia el oeste. Una de las más inspiradoras para el Almirante fue la obra “De Caelo”(“De los Cielos”) de Aristóteles, conocida desde el siglo IX en su traducción al árabe, y que contaba en su versión arábiga con abundantes anotaciones del geógrafo al-Mas´ûdî. En España, esta obra ya se conocía desde el siglo XII por los comentarios a ella que realizó Averroes (Ibn Rushd) de Córdoba.
Otra aportación indirecta de la cultura árabe llega a través del judío Abraham Zacuto, infuenciado en sus trabajos por numerosos autores musulmanes como al médico ar-Razí o Razes, al astrólogo Ibn Rayal, latinizado Abenragel, a Azarquiel y a los dos ya mencionados Averroes y Alfargano, de los que también Colón era apasionado seguidor de sus teorías.
Abraham Zacuto es una de las dos principales fuentes de la que se nutren las ideas náuticas de Colón junto a otro astrónomo que también reelabora tesis astrónomicas de origen árabe y griego, el ítalo-alemán Johann Müller Regiomontano.
En 1486 parece ser que Zacuto y Colón se encontraron personalmente en Salamanca. Una primera vez como posible miembro del Consejo de Doctos Varones de la Universidad de Salamanca que evaluó el proyecto colombino. También allí, un amigo de Colón, José Vecinho, le pasó unas tablas astronómicas y le sugirió que las consultara con Zacuto, cosa que Colón pudo haber realizado. Incluso se dice que Zacuto le animó a no desistir en su proyecto de navegar hacia el Oeste.
¿Indígenas árabes?
Ya por último comentar, a modo de curiosidad, que entre la tripulación que embarcó en los distintos viajes colombinos había un trujimán o intérprete de árabe y hebreo (el converso judío Luis de Torres). Y en árabe intentaron comunicarse con los primeros indígenas que encontraron en el Nuevo Mundo hasta que advirtieron que se trataba de una lengua que nada tenía que ver.
Hay además, en muchas anotaciones de sus viajes referencias a lo que Colón cree son restos o influencias de cultura islámica, como las supuestas ruinas de una mezquita en lo alto de un monte en Cuba, dado que creyó que estaba en tierras del Gran Khan, hasta que se dio cuenta de que había encontrado un inmenso continente.
Pero esa ya es otra Historia.