Concierto de Año Nuevo: Guiños musicales al 2014
- El Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena es un acontecimiento mundial.
- Muestra de nuevo alusiones a algunas de las conmemoraciones y aniversarios del 2014.
- Los pequeños detalles innovadores se suman a la tradición fielmente cumplida.
- La meditada organización del concierto busca lograr el equilibrio entre repetición y novedad.
Poco podían pensar los integrantes de la Filarmónica de Viena y el director Clemens Krauss en el año 1939, cuando ofrecieron el primer Neujahrskonzert, que con el tiempo su iniciativa se convertiría en un fenómeno mundial transmitido por radio y televisión a medio mundo.
Iniciado sólo con valses de Johan Strauss hijo, con el tiempo el programa se acabó por centrar en la música de la dinastía de los Strauss y compositores allegados en espacio, tiempo y género, como es el caso en esta edición de Joseph Lanner o de Josef Hellmesberger hijo. Las páginas más famosas de los Strauss se unen a otras desconocidas, en un programa que finaliza con el rito de dos bises obligados, el Danubio Azul y la Marcha Radetzky, tal y como estableció ya Willy Boskovsky en el año 1958.
Desde el aniversario de Richard Strauss al centenario de la Gran Guerra
Pero junto a la repetición es necesario introducir pequeñas novedades que capten la atención de los medios, con cuestiones que van desde el nombre del director invitado hasta la elección de algunas obras que tengan que ver con distintos aspectos de la actualidad cultural del año entrante.
Desde que en 1991 se interpretó la Obertura de Las Bodas de Fígaro de Mozart, para recordar los 200 años de la muerte del gran compositor, los aniversarios de algunos reconocidos músicos han tenido un lugar en la elaboración del programa del concierto: en el 2011 hubo un recuerdo a Liszt, el año pasado la alusión fue al bicentenario de Verdi y Wagner, y en el concierto de esta edición figura música de Richard Strauss para recordar el 150 aniversario de su nacimiento. La otra cita de este año a los aniversarios culturales es muy distinta, y recordada de forma quizás menos evidente , aunque de ella se habla ya en la propia presentación del concierto: se trata del centenario del inicio de la I Guerra Mundial, un hecho que está ya marcando en buena medida las agendas culturales en muy diversas instituciones.
Este año el director invitado es Daniel Barenboim, que ya estuvo en el año 2009, y se recuerda explícitamente en esta ocasión el activismo político del músico en el terreno de la paz y en la búsqueda de puentes para salvar el enfrentamiento palestino-israelí, en un año en el que la guerra va a ser motivo sin duda de reflexión en tantas programaciones artísticas. Un poco tangencial resuena la elección del primer vals del concierto, Friendspalmen (Las palmas de la paz) compuesto por Joseph Strauss en 1866 para celebrar el acuerdo de paz tras la guerra austro-prusiana, como alusión a ese centenario de la primera conflagración mundial.
Estos dos aniversarios van a tener una importante presencia en la extensa programación musical de la Unión Europea de Radiotelevisión, de la que por cierto forma parte el propio Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena. Radio Clásica nos trasladará puntualmente esta amplia oferta especial a lo largo del año, con series de conciertos centrados tanto en la figura de Richard Strauss como en los muchos aspectos musicales derivados de la I Guerra Mundial.
Vestuario de Vivienne Westwood y música de Leo Délibes
Otros detalles a resaltar este año son la elección de la diseñadora inglesa Vivienne Westwood para el vestuario de los interludios de ballet, así como de los escenarios del Stadtpalais Liechtentstein y el monasterio Klosterneuburg. Porque no podemos olvidar que esta transmisión representa también una extraordinaria postal turística de Austria en general, y de Viena en particular, y en este año el palacio Liechtenstein acaba de ser restaurado y el monasterio citado cumple 900 años, razones citadas para su selección en la siempre cuidada transmisión televisiva, realizada este año por Michel Beyer.
Igualmente destacable es la inclusión de la música del compositor francés Leo Délibes, figura esencial en el ballet romántico, admirado tanto por Chaikovsky como por el propio Johan Strauss, una inclusión que no necesita otra excusa más que reconocimiento de la maestría del autor en el género central de este concierto, popular en el mundo entero, con el que una vez más daremos desde RTVE la bienvenida musical al nuevo año.