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La familia Alcántara dividida, el colocón de Herminia y una cabra en el barrio por Navidad

  • "Había llegado el momento de mostrar cuándo Antonio y Paz lo pasan bien"
  •  "El equipo ha traído un enorme carnero que casi parece un búfalo"
  • "Las escenas de María Galiana han sido un ingrediente extraordinario"

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Cuéntame cómo pasó - Cómo se hizo el capítulo 266 - Noche de paz

Mercedes ha tomado una decisión, no quiere a Antonio en su vida. Él lo ha intentado todo, le rogó que volviera a su lado y que recordase los años que han compartido juntos pero ella, impasible, ha decidido pasar página.

Con la llegada de la Navidad a San Genaro se avecinan problemas. Parece que algunos van a pasarlas separados de sus seres queridos y los que los tienen al lado, no podrían estar más ausentes.

Paz sorprende a Antonio en la ducha

"Había llegado el momento de mostrar cuándo Antonio y Paz lo pasan bien porque les hemos visto siempre en problemas pero, ¿qué encuentra este hombre en la relación? Pues una mujer que se "mete en la ducha" y, hoy en día, todos lo hacemos pero en aquella época el concepto de sexualidad era diferente, una cosa como moderna, de película", explica Ignacio del Moral, uno de los guionistas del capítulo.

Eduardo Ladrón de Guevara, el otro guionista, detalla que se trata de "una secuencia muy breve pero intensa. Le marca porque Antonio Alcántara no se ha duchado nunca con Mercedes y para él es una fantasía".

La dramática distancia entre Merche y Antonio

En este capítulo se buscaba una combinación entre lo tradicional y la situación agria por la que está pasando el matrimonio, "pretendía tener comedia y, a la vez, ese punto agridulce de una Navidad descolorida”.

Ladrón de Guevara resalta la indignación que siente Mercedes. "No se le ocurre otra cosa que cambiarlo todo, precisamente, el día de Navidad". El guionista puntualiza que no solo se deshace de parte del mobiliario, sino "del dormitorio de los Alcántara de toda la vida, quiere cambiar los muebles para fastidiar a Antonio, no hay otra razón".

“Me gusta la contraposición de la tensión dramática que se genera entre Antonio y Mercedes porque están en un momento en el que ellos establecen una distancia que no se percibe ni se habla pero que está en su interior, algo que añade un sentir agridulce. Aparentemente, hay una normalidad aplastante, sin estar la normalidad”, cuenta el director.

Cano explica cómo han procurado que "no fuera una Navidad de color Freixenet, de dorados y colores muy luminosos, queríamos hacer unas fiestas de tonos apagados; menos champán y más situación dramática. En el trasfondo es imperceptible pero sí hemos cuidado el color para que sea narrativo también”.

Un poco de comedia para combatir el sabor agridulce de la cena

El director descubre la licencia onírica que se ha tomado a la hora de grabar dos secuencias, la ducha de Antonio con Paz y la cena familiar de los Alcántara. "Todo el capítulo confluye en ella por lo que teníamos que darle una intención poderosa, incluir imágenes a cámara lenta para que subrayaran la tensión que se corta en la cena". Otro gran detalle a tener en cuenta es el villancico que pone música a la situación. "Todos hemos pasado las Navidades escuchando el clásico "Tamborilero" de Raphael pero en esta secuencia hemos escogido a Alabama, lo que hace que cobre una dimensión distinta a la habitual”.

Del Moral añade que "al contrario de otras escenas más histriónicas, cuando Mercedes le dice a Antonio que se vaya de casa lo hace con mucha serenidad y además le pide que se lleve a la cabra, así que les echa a los dos a la calle y se marcha de forma un tanto chaplinesa".

El colocón de Herminia ha sido otro de los puntos fuertes del capítulo. “Las secuencias de María Galiana y la evolución que tiene en el capítulo tras haber comido unas galletas con Marihuana, es muy graciosa. Va teniendo pequeñas alucinaciones y entendiendo la realidad de una manera muy desenfadada, a mí me parece que ha sido un ingrediente extraordinario". El director explica que ha sido una escena basada en la improvisación maestra de María. "Nosotros, detrás de las cámaras, teníamos que taparnos la boca para que no se nos oyera la risa cuando estaba interpretando y no estropear la escena”.

Los guionistas también disfrutaron mucho escribiendo la historia del "colocón" de Herminia. "Lo que pasa es que coge un pedo espectacular y está toda la noche riéndose a carcajadas, anunciando que está oyendo a la cabra y nadie le hace caso. Asimismo, sirve de contrapunto a la situación dramática que se está viviendo en la cena", apunta Ladrón de Guevara.

Por otra parte, Cano señala que el pico más interesante del capítulo es la secuencia de la cena en la que Antonio trae unos regalos a sus hijos y Carlos los rechaza.

El espectáculo de Margarita en San Genaro

“En este capítulo se me viene a la memoria Hitchcock cuando dijo que rodar con niños era lo que nunca se debía hacer. No queríamos café y hemos tenido dos tazas", comenta entre risas el director del capítulo, Antonio Cano. La acción transcurre el día 24 de diciembre y necesitaban crear ese ambiente navideño que desprenden los más pequeños de la casa. "Hay que hacer un esfuerzo porque la figuración con niños es más costosa y además solo se pueden rodar 6 horas al día, algo que dificulta el rodaje". Muchos de los hijos del equipo han participado en las escenas.

Otra de las grandes trabas de un rodaje se presenta cuando hay animales de por medio. "Teníamos una cabra y encima estaba loca. Cuando el gitano, su adiestrador, la llevaba era todo más controlado pero cuando se iba con los niños era un desastre. Había muchos momentos en el rodaje que pensábamos que no lo íbamos a conseguir y terminamos haciéndolo con pequeños trucos como dándole de comer pero ya llegó un punto en el que la cabra ni quería comer más ni repetir la escena, quería largarse de allí”, ríe Cano.

Ladrón de Guevara resalta, sin poder contenerse la risa, la curiosidad que le provocó darse cuenta que "la cabra tenía huevos. No sé qué ha hecho producción pero no debe haber encontrado una cabra y ha traído un enorme carnero que casi parece un búfalo".

"El casting debió de ser complicado y al final tuvimos el carnero de los huevos de oro", añade Del Moral, también sonriente.

El director nos cuenta cómo le parecía interesante resucitar "el espectáculo callejero, que es muy de Cuéntame", volver a ver todo el barrio al unísono y "hacer convivir la tradición, el mundo de la calle, el de los recuerdos y la cabra como parte de despertar la añoranza de los que allí están viendo ese momento".