Los aspirantes prepararán un menú para más de 200 marinos a bordo de un portaaronaves
- Toño Pérez, dos estrellas Michelin, ayudará a los aspirantes
- Las invitadas en plató son siete supermodelos, que cuidan su figura
- Uno de los aspirantes abandorá las cocinas de MasterChef
La competición ha comenzado. Los aspirantes llegan a plató con ilusión, fuerza y dispuestos a demostrar que son los mejores entre fogones. El jurado les advierte: MasterChef es el talent de cocina más duro del mundo y “el camino hasta la final no va a ser nada fácil”. Sólo la excelencia les hará ganar el concurso.
El primer reto al que se enfrentan los aspirantes no es nada sencillo: deberán elaborar un gran plato utilizando la carne de una cabeza de cerdo. Para guiarles en esta prueba visita el plató el chef Toño Pérez, del restaurante Atrio (Cáceres), dos estrellas Michelin.
Los dos mejores aspirantes serán los capitanes en la prueba por equipos, que tendrá lugar en Cádiz. Si en la primera edición fueron 150 militares del cuerpo de tierra, esta vez serán más de 200 marinos de la armada española en Rota. Un complicada misión en la que la el trabajo en equipo y la actitud les dará la victoria.
Los miembros del equipo perdedor se enfrentarán a la prueba de eliminación. Deberán elaborar una receta utilizando un ingrediente principal: el seitán, producto estrella de la cocina vegana. Los platos tendrán que conquistar a las siete súper modelos invitadas: Laura Sánchez, Marina Jamieson, Clara Mas, Elisabeth Mas, Clara Alonso y Nieves Álvarez probarán y juzgarán sus creaciones.
Pero la decisión final es del jurado, que no va a pasar por alto el más mínimo error. En el próximo programa, MasterChef termina para uno de los aspirantes.