El cine revelado
Emisión 4 de mayo de 2014 · La 2
Esta semana en Metrópolis nos acercamos al cine, pero no de una forma convencional. Hablamos de ese otro cine, del que no se ve. Ese cine que, más allá de la imagen proyectada, reformula las narrativas cinematográficas tradicionales y experimenta con la hibridación hacia otras disciplinas como la escultura, las artes plásticas o la música. A partir de las propuestas audiovisuales de 8 artistas españoles, recorremos el ciclo de Cine revelado (http://elcinerevelado.tumblr.com/) que han organizado Playtime Audiovisuales (http://www.playtimeaudiovisuales.com/) y Abraham Rivera para el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles.
Basándose en la cita de Hollis Frampton: “Emancipado de la foto-impresión y disociado de su aparato técnico, el cine transciende su historia y se abre a otros campos” (Hollis Frampton), este ciclo propone, jugando con el propio título (REV[B]ELADO), un doble acercamiento a la idea del cine. De una parte, como nos contaban Natalia y Enrique Piñuel (Playtime Audiovisuales), tratan de mostrar esas propuestas ocultas que hay dentro del audiovisual contemporáneo, y a la vez, rebelarse frente a las restricciones que supone la experiencia fílmica tradicional como son la pantalla, la proyección o la cámara.
El recorrido a través del ciclo El cine revelado que proponemos esta semana explora las propuestas de 8 artistas españoles que se cuestionan el hecho cinematográfico desde diferentes disciplinas. La idea fundamental es la de generar experiencias cinematográficas que vayan más allá de la imagen proyectada y precisamente, la primera de las sesiones, Recién Velado, planteaba una curiosa merienda escénica. De la mano de Javi Álvarez, con tortilla de patatas incluida, pudimos ver todo tipo de aparatos y ‘cacharrería’ tecnológica que se relaciona directamente con el hecho de la experimentación audiovisual a través de la modificación y alteración de sus funciones. Dispositivos obsoletos, ingeniería doméstica, circuit bending y tecnologías low fi son sus herramientas de trabajo habituales. Así, de una gameboy de los 80, por ejemplo, Javi Álvarez es capaz de sacar sonidos e imágenes que, unidos a otros dispositivos, generan proyectos audiovisuales tan interesantes como los que nos presentó. En el programa incluimos algunos de ellos como “Son tus mandíbulas mujer” y "Megafauna" (Hi-8 y VHS) o “El primer grafitti de Zaragoza. Aquí había un videoclub. La carta del tío Paulino. Sistema de megafonía”, un documental grabado con una PXL2000 que aún está en producción.
Esta especie de introducción más técnica, daba paso a la sesión protagonizada por Esperanza Collado, Ensayos de la evaporación, en la que trabajaba las propiedades escultóricas de la luz. Partiendo de estas posibilidades escultóricas, se plantean tres líneas de trabajo: la manipulación directa del celuloide, la investigación en torno a las nuevas formas de presentación del material fílmico y su resonancia en el espacio, y la presencia del cuerpo en la experiencia cinemática. Con la sala completamente a oscuras, los proyectores y los conos de luz que proyectan, las luces, las siluetas y la propia película de celuloide se vuelven los protagonistas. Con esta propuesta performativa, Esperanza Collado subvierte la fórmula tradicional del cine en la que, según afirma, “el cuerpo supone un obstáculo para que el cerebro pueda conectarse de verdad con el cine”. Frente a ello articula una serie de acciones que intervienen en la proyección ampliando así la dimensión cinematográfica hacia el acto de proyección y la puesta en escena. Es interesante además el uso de un material tan efímero como el hielo seco que al evaporarse genera una materia humeante que resulta muy visual frente al cono de luz jugando también con las distancias y la propia sintaxis del cine.
En las dos siguientes sesiones, el cine traspasa la pantalla para articular un espacio sonoro que envuelve toda la sala. Por un lado, Erik Hurtado, bajo el pseudónimo Afrika Pseudobruitismus, presenta el proyecto Pyramid Meditation en el que, a partir de un vídeo de youtube de origen hindú, el artista ha creado una banda sonora que completa el carácter hipnótico de la pieza visual. Una suerte de experimentación sonora que se nutre de la fascinación por la tecnología obsoleta y la búsqueda del error, de lo extraño, para crear una sesión de meditación. Por otro lado, la sesión de César Estabiel, Ver cada ver es, se centra en ese revelar (con V) que pretende dar a conocer lo oculto del cine. En esta ocasión, la proyección de la película “Cada ver es”, de Ángel García del Val, sirve de fondo para confeccionar una banda sonora que acompañe a esta película casi desconocida del audiovisual español. Un trabajo cuya interesante estética y temática nos remite a las primeras filmaciones en vídeo y que, en esta sesión, ha sido acompañado por John Zorn, Diamanda Galas o Coil, entre otros, narrando lo sucedido a través de su sonido.
Las artes escénicas y su relación directa con la experiencia fílmica son las protagonistas de la siguiente sesión. Al entrar en la sala, encontramos a Víctor Iriarte situado frente a un micro y da la sensación de estar irrumpiendo en su espacio sin permiso, de haber interrumpido algo. Y en cierto modo es así. La acción comienza con una escena basada en un texto de C.K.Williams que va descomponiéndose poco a poco. Tras varias repeticiones, los que trabajamos en el medio, reconocemos claramente la experiencia de una sesión de montaje. “Lisboa “es una película hablada, un trabajo escénico, una performance, en la que, efectivamente se habla de cine, pero desde los elementos del cine mismo. Tomando como referente una película de Eric Rommer de 1984, “Noches de la luna llena”, este trabajo, en colaboración con la actriz Violeta Gil, supone una hibridación de géneros (cinematográfico, literario, performance, danza…) que juega mucho con la presencia escénica y el valor del cine desprovisto de la imagen. En su último trabajo audiovisual, el largometraje “Invisible”, Iriarte reflexionaba también sobre esta idea de la no imagen, sobre los ‘espacios’ del cine jugando con la imagen, con la voz, con las pantallas en negro, y con los espacios entre imagen e imagen.
La siguiente sesión es posiblemente la más puramente cinematográfica, pero con algunas peculiaridades. Se trata de una Kinoplaylist jugando con la idea de las videoplaylist tan populares en las principales plataformas de vídeo en Internet. Para esta sesión, los comisarios invitaron a los cineastas Laida Lertxundi y Alberto Cabrera Bernal para que, tomando como referencia el formato 16mm, hicieran una serie de proyecciones cruzadas incluyendo sus trabajos además de algunos realizados por otros cineastas. Pero no era una sesión de proyección entendida en su forma habitual. El ritual de la proyección y los propios cineastas formaban parte de la presentación cinematográfica. Los trabajos seleccionados, a su vez, son películas que se rebelan (con b) contra los estándares del cine convencional, donde el guión o los actores no son los protagonistas, sino que el propio aspecto formal es el que lleva el peso de la historia.
La última sesión, This is not cinema, de la mano de Blanca Rego, es una arriesgada propuesta que plantea una revisión del cine estructuralista de los años 70. Siguiendo la moda nostálgica de imitar en muchos aspectos la estética de estos años (en fotografía, moda, diseño… ) Blanca Rego plantea una revisión de esta estética desde el cine, imitando los formatos 16mm y Super8 a partir de aplicaciones que existen hoy en día en el mercado. De alguna manera es una propuesta experimental que pretende evidenciar esa eterna lucha entre los formatos, la constante imitación de lo analógico a partir de lo digital, el valor de la imagen frente al sonido y las diferencias entre cine y video.
“Hurra por el cine sin forma: un cine no literario ni musical que no narra una historia ni se convierte en un baile abstracto ni comunica un mensaje; un cine donde las palabras son imágenes y los sonidos se manifiestan de forma azarosa, como los pensamientos.” (Robert Breer)
El ciclo El cine Revelado se completa con un fanzine que, bajo el mismo nombre, plantea un ‘ir más allá’ de la imagen proyectada para plasmarse en un papel, un espacio expositivo al que se han trasladado estos conceptos de cine rebelado (en esta ocasión con b) de trasgredir esas barreras que han limitado el cine históricamente. En este proyecto han colaborado Alex Reynolds, Cristina Busto, Albert Alcoz, Iván Gómez y Left Hand Rotation, cuatro artistas y un colectivo que trabajan el hecho cinematográfico en sus distintas vertientes y que han elaborado cinco obras originales para esta publicación (disponible aquí: http://elcinerevelado.tumblr.com/post/82093627174/fanzine-el-cine-rev-b-elado-pdf-para-descargar ).
“Utilizar el cine para contar historias, una acción exterior, es privarle del mejor de sus recursos, ir en contra de su fin más profundo. He aquí por qué me parece que el cine está hecho sobre todo para expresar las cosas del pensamiento, el interior de la conciencia” (Antonin Artaud)