Ignacio Aldecoa: la huida al paraiso
- Un documental basado en el libro de Ignacio Aldecoa sobre las Canarias
- Aldecoa llegó a conocer y habitar en su propio paraíso personal y literario
- El retrato de Ignacio Aldecoa se ha emitido el viernes, 23 de mayo, en La 2
Aldecoa es para mi como un personaje magnífico de una película americana de los años cuarenta o cincuenta.
Un personaje outsider lleno de misterio, de búsquedas, de alcohol, de soledad, de ganas de huir siempre de algún sitio, de ansias de buscar la belleza en las pequeñas cosas.
Un personaje en el que siempre he querido habitar.
Aldecoa en las islas
Los amigos primeros que Aldecoa tuvo en las islas fueron el escritor y abogado José Arozena y el escritor y crítico Domingo Pérez Minik, ambos de Tenerife y pertenecientes a la revista Gaceta de arte desde su fundación en 1932.
“Había descubierto un texto que describía el carácter y el territorio de las Islas Canarias de una forma sutilmente bella, con humor, con verdadera pasión“
El nexo de unión de estos personajes es el escritor y periodista Juan Cruz Ruiz, al que conozco en mi trabajo en televisión.
Con él conozco a gran parte de las personas que trataron a la generación de Gaceta de arte y también conozco por primera vez el “Cuaderno de Godo”.
Tras realizar “Aislados. la esencia de un espíritu” en el año 2003, accedo a este maravilloso texto del escritor vasco.
Juan lo había encontrado en una vieja librería de Madrid, la librería Dedalus, y así es como comienza la película.
Él había descubierto un texto que describía el carácter y el territorio de las Islas Canarias de una forma sutilmente bella, con humor, con verdadera pasión.
Desde entonces nace la idea de realizar “Aldecoa, la huida al paraíso”
“Este cuaderno de godo no es otra cosa que unas notas someras de un dejarse vivir por las siete islas silueteadas en los atlas escolares, por los seis islotes, que solamente son puntos acompañantes de las silueteadas, y por la isla que yace flotando entre el cielo y el mar, mágica y medúsea. En esta carpeta se advertirá nostalgia, y hay nostalgia o amor con perspectiva, que es abogacía de los dislates, enteros y medios, en que abunda.
Y aún más: No es, ni por asomo, guía, y sí perdedero; como quien dice, paisajes a barrisco; como quien lava arbitrariedades sin cuento.
El forastero en las islas recibe tres bautismos. Es el primero el de Godo, o visitador. Es el segundo el de Visigodo, o huésped de largo tiempo. Y el tercero es el de Peninsular, o establecido. Corresponden estos tercios a los del entendimiento que de las islas se alcanza.”
(Fragmento de “Cuaderno de Godo” libro de viajes de Ignacio Aldecoa)
Conocer el paraíso
Según Susana Aldecoa, su padre estaba siempre consultando mapas y decía siempre “los paraísos deben estar lejos”.
“Los paraísos deben estar lejos“
Lo cierto es que Aldecoa pudo llegar a conocer y habitar en su propio paraíso personal y literario, algo que pocos pueden lograr.
Encontró un territorio y unas gentes que le ayudaron a mitigar la pesadumbre de la dictadura que le tocó vivir para tranportarlo a otra España que aún estaba vírgen en muchos sentidos.
Canarias, en aquellos finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, era un lugar propicio, quizás, para encontrar personajes e historias de seres anónimos, esos seres que tanto amaba Aldecoa y que tan bien reflejó en su cuentos.
Gentes del campo, de la mar, pescadores, marinos, fareros, campesinos...etc.
“Estoy otra vez en la isla y de huida. ¿De quién huyo? No sabría decírmelo. Todo es demasiado vago. ¿Tengo alguna razón? ¿Por qué y de qué? No, no sabría decírmelo. ¿Y estoy aquí porque es aquí dónde puedo encontrar algo? No sabría decírmelo. Huir acaso explica la huida.”
(Fragmento de “Parte de una historia” novella de Ignacio Aldecoa que se sitúa en la isla de La Graciosa)