Mercedes y Antonio, más unidos que nunca tras el viaje a Tánger
- El matrimonio Alcántara busca a Toni por las calles de Tánger
- Mercedes, amenazada por Bretón por tráfico de drogas
- El beso robado del aeropuerto marca un antes y un después
Pocos momentos pueden significar tanto para unos padres como el reencuentro con su hijo tras confiarle muerto en un accidente de tráfico. Mercedes y Antonio por fin pueden darle un respiro a su incertidumbre, ¡Toni está vivo!
La llamada desde Tánger informando sobre el hallazgo de un vehículo calcinado a nombre de Toni deja sin aliento a la familia Alcántara. Un tanto aturdidos y sin entender qué es lo que ha llevado a su hijo allí, deciden poner rumbo a la ciudad marroquí.
Merche y Antonio, unidos ante la posible muerte de su hijo
En el vuelo, el matrimonio empieza a darse cuenta de lo mucho que se hacen falta el uno al otro y de lo fuertes que son cuando están juntos.
Antonio no cesa en su lucha por darle ánimos a Mercedes y confiar en que Toni está escondido en alguna parte. Iñigo Haro, un funcionario del consulado español, les recoge en el aeropuerto para acompañarles a la morgue y verificar que el cadáver es el de su hijo.
Antonio no se fía de nadie y miente en el reconocimiento
Las sospechas de que altos cargos puedan estar implicados en el intento de asesinato de Toni empujan a Antonio a mentir en el reconocimiento, buscará a su hijo con Mercedes por donde quiera que haga falta.
Engullidos por las calles de Tánger y escondidos entre los cientos de paseantes que abarrotan cada rincón de la Medina y el Zoco, se dan cuenta de que alguien les sigue, Bretón. El policía no puede dejar que Toni llegue a España con la grabación del joyero en el que se le relaciona con los atracos a las joyerías.
Antonio y Mercedes consiguen darle esquinazo y, gracias a la ayuda de Abdelkader, amigo de Dávila, consiguen llegar hasta su hijo. Toni está vivo y, ¡tiene la grabación que implica a todos los policías corruptos!
Hogar, dulce hogar
Con el pasaporte sellado y a punto de subir al avión, les dan el alto. No podía ser tan fácil. Bretón parece tener mano hasta en el mismo infierno... La amenaza de meter a Mercedes en una cárcel marroquí por "llevar hachís en el bolso", lleva a Toni, al principio reticente, a entregarle la cinta. Son muchas horas de trabajo las que ha dedicado y muchas pérdidas las que ha sufrido, pero una madre, es una madre.
El viaje de vuelta a casa es más que agradable, y no solo por haber encontrado a su hijo con vida. El beso que Mercedes le da a Antonio en el aeropuerto antes de embarcar le ha dado las fuerzas que necesitaba para salir del pozo en el que llevaba ahogándose semanas atrás y, compartir hombro, le llevan a conciliar al fin el sueño sin necesidad de fármacos... ¿Será este el principio de la reconciliación del matrimonio Alcántara? ¡Tendremos que esperar a lá siguiente temporada para descubrirlo!