Celia: "Tuve que hacer un trabajo personal muy grande para comer y cocinar carne"

• La vegana dice que lo mejor de MasterChef es todo lo que ha aprendido
• Sus grandes amigos en el programa son Emil, los Bro's y Churra

MasterChef - Las 'veganadas' de Celia...¡lo que hemos aprendido con esta chica!

Mi paso por MasterChef ha sido una experiencia increíble.

Como dato curioso contaré que no tengo televisión y nunca antes había visto el programa. Eché la solicitud por probar, porque me quiero dedicar a la cocina profesionalmente y sabía que en el programa recibiría formación. El caso es que fui pasando los casting y… ¡sin casi creerlo me vi en las cocinas de MasterChef con el jurado delante!

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Aluciné con la primera prueba (yo no sabía ni lo que era una Caja misteriosa y le preguntaba todo el rato a mis compañeros, jajaja) al ver que tenía que cocinar ni más ni menos que una cabeza de cerdo. Creo que para mí fue la prueba más dura de todas, porque el olor era tan nauseabundo que estuve a punto de marearme, aun así salí airosa :)

Para enfrentarme a este tipo de retos tuve que hacer un trabajo personal muy grande. Imagínate, siendo vegetariana, tener que abrir mi mente hasta el punto de tener que cocinar carne, e incluso probarla. Entendí que si quería dedicarme profesionalmente a la cocina era algo que tenía que hacer, aunque yo luego fuera del trabajo y en mi vida privada siga alimentándome de la manera que yo considero que es más correcta para mí.

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Creo que he aprendido mucho en el programa, y me he vuelto una persona más flexible todavía. Como bien dice uno de los poemas del Tao Te King:

• Los hombres nacen suaves y blandos;
• muertos, son rígidos y duros.
• Las plantas nacen flexibles y tiernas;
• muertas, son quebradizas y secas.
• Así, quien sea rígido e inflexible
• es un discípulo de la muerte.
• Quien sea suave y adaptable
• es un discípulo de la vida.
• Lo duro y rígido se quebrará.
• Lo suave y flexible prevalecerá.

El jurado, un amor

Al jurado le tengo un montón de cariño. Jordi me daba bastante caña, pero las cocinas son duras, y eso es algo que él nos recordaba constantemente, aun así creo que yo le caigo en gracia. Pepe es muy "salao", y aunque te riña lo hace con tanto arte que no te puedes sentir ofendido, y Samantha se ve que es un trozo de pan.

"Creo que te quiero, Jordi"

Gracias a sus consejos he aprendido mucho de cocina, ya que la mayoría de platos que elaboré en el programa los hice por primera vez allí, como por ejemplo el guiso de conejo, los macarrons, el magret de pato (que no sabía ni lo que era) o las criadillas y la menestra (sí, prefiero las verduras al dente antes que hervidas, por eso odio la menestra, jajaja). Ahora, si tuviera que volver a hacerlos ya sabría cómo.

Mi salida del programa fue muy triste para mí,  porque yo quería seguir aprendiendo y evolucionando, pero el nivel era cada vez más alto y las pruebas cada vez más duras. Ahora hay que seguir recibiendo formación, con más ganas e ilusiones renovadas.

Celia, la vegana abandona las cocinas

Lo mejor de MasterChef ha sido para mí todo lo que he aprendido tanto como persona como de cocina, sobretodo de mis compañeros cuando practicábamos en casa. Y lo peor… ya se me ha olvidado ;)

Convivencia en MasterChef

La convivencia en la casa era una aventura, porque éramos 15 personas completamente diferentes. Desde el principio entablé amistad con Emil y con Cristóbal, con quienes pasé momentos realmente buenos.

Emil era allí dentro mi mejor amigo y confidente,  los consejos que me daba fueron los mejores de la casa. Con Cristóbal las risas estaban siempre aseguradas, ya que se pasaba el día contando chistes y cantando, le cogí cariño ya desde el primer casting (sabía que entraría porque es un crack).

También pasaba mucho tiempo con los otros dos bro: Jorge y Miguel Ángel. Con ellos me sumaba en las prácticas de cocina que hacíamos en casa. Jorge era, como dice Milagrosa, como un osito de peluche, la persona más cariñosa de todos los aspirantes, siempre tenía palabras de apoyo para mí cuando estaba de bajón y también aprendí muchísimo de él en la cocina, ya que tiene la misma mano que una ama de casa de toda la vida.

Con Miguel Ángel también me echaba buenas risas cuando poníamos música, porque decía que yo bailo como en los años 70… ¡menudo arte que tiene el Miguel!

Y a Churra la adoré desde el primer segundo, porque es verla y verme invadida por unas enormes ganas de abrazarla… es un auténtico amor. Seguro que todos vamos a seguir en contacto, porque al final se crea una gran familia.

Quiero hacer una mención especial a todo el equipo de profesionales que hay detrás de las cámaras, en especial a Gabi y Raca (nuestros papi y mami dentro de la casa), Ana Ayala, Chema el peluquero (te adoro infinito), Sandra la maquilladora, que es sol enorme, y Fernando Macías, al cuál le he hecho llegar este texto para que lo publique en la web.