Cristóbal abandona MasterChef la noche en la que brilla como "un auténtico crack"
- Gonzalo 'se pasa de la raya' con Jordi Cruz y desprecia su cocina
- Milagrosa destaca con un plato tradicional en la última prueba
- Vuelve a ver el programa 9 completo, sólo en RTVE.es
La expulsión de esta semana ha sido la más reñida de la segunda edición de MasterChef. Y no en el buen sentido. El fiasco general en la última prueba puso las cosas difíciles al jurado para eliminar sólo a un aspirante.
Cinco estaban en la cuerda floja pero Cristóbal fue el único que no presentó todos los platos. Esto declinó la balanza en su contra y tuvo que abandonar las cocinas. Los nervios y la potencia sin control han sido su hándicap.
"Me voy con todo el dolor de mi corazón. No era mi momento porque hoy no he sido yo mismo", dijo el granadino muy emocionado.
Fue la peor noche para Cristóbal pero también la mejor. Consiguió el delantal de capitán y realizó un trabajo impecable en la Prueba por equipos.
Se va uno de los concursantes más queridos, tanto por el programa como por la audiencia. Divertido, dicharachero, buena persona y con una gran pasión por la cocina, pero sobre todo es... ¡un auténtico crack!
El drama de las alcachofas de Benicarló
La Eliminación fue un caramelo envenenado para los aspirantes. Parecía un reto fácil pero se equivocaron.
La prueba comenzó con una sorpresa muy especial. Maribel, la aspirante más polifacética del año pasado, entró en las cocinas de MasterChef emocionada y con sus alcachofas de Benicarló debajo del brazo.
Ella misma fue la que propuso el desafío a los aspirantes: cocinar tres de sus recetas con alcachofas. Platos sencillos y tradicionales que nadie supo cocinar. Se complicaron tanto que olvidaron lo más importante, el sabor a alcachofa.
Cristóbal no terminó las tres elaboraciones, Gonzalo destrozó el foie del relleno, Cristina 'alcoholizó' las alcachofas y Marina (o alguien) se dejó un pelo en su plato.
La menos mala fue Milagrosa, que presentó unas verdaderas chips de alcachofas y una crema rica, aunque las alcachofas rellenas le quedaron... regular. Pepe le pidió por favor que tirase su libro de recetas a la basura.
Un auténtico desastre que Gonzalo estaba dispuesto a empeorar. Ignoró los consejos de Jordi Cruz, no aceptó sus críticas y despreció la cocina del chef.
"Me ha quedado claro una cosa: a ti los consejos no te sirven. Te sirven los palos. Palos tendrás", le recriminó Jordi.
Vacaciones en el mar
Una noche calentita que, sin embargo, comenzó muy tranquila. El programa arrancó con un crucero por el Mediterráneo a bordo del Preziosa, un barco equipado con todos los lujos en el que los aspirantes tuvieron tiempo para relajarse, divertirse e incluso tomar cocktails.
Pero si hubo un momentazo de la noche fue cuando Jordi Cruz mostró su pectoral, sus brazos y sus abdominales perfectamente marcados. Es el chef más deseado y los motivos son evidentes...
Después de los juegos, los concursantes se metieron en las cocinas del buque para enfrentarse a la Prueba por equipos. Esta vez los capitanes fueron Gonzalo y Cristóbal y los jueces vieron por fin el reflejo de cocina profesional.
No sólo sacaron los platos a tiempo, sino que supieron reaccionar, improvisar y trabajar en equipo. Pepe, Jordi y Samantha estaban tan conmovidos que decidieron dar la victoria a los dos equipos.
Además, los capitanes y el miembro de cada equipo que ellos eligieron (Emil y Cristina) recibieron una MasterClass de Dani García en su taller de Marbella.
"De todas las maravillas que nos ofrece MasterChef estas MasterClass son lo mejor de lo mejor", señaló Emil.
Lo mejor del cine y la televisión, en MasterChef
Era hora de que los aspirantes descubriesen la presión que hay en un restaurante y tratar personalmente con clientes de alto nivel. Y para ello, MasterChef sentó a la mesa a 14 estrellas del cine y la televisión: Anabel Alonso, Ana Duato, Cayetana Guillén Cuervo, Edu Soto, Fernando Albizu, Javier Cámara, Josema Yuste, Leonor Watling, Luis Piedrahita, Mara Torres, María Pujalte, Paco León, Terele Pávez y Toni Acosta.
Los concursantes tuvieron una triple función: tomar la comanda, cocinar los platos y servirlos en el restaurante del plató. Por primera vez, serían los comensales quienes decidiesen a los ganadores de la prueba. Y los platos más valorados fueron los de Mateo, Vicky y Emil.
Fue una noche llena de risas, emoción y sorpresas, que terminó con un sabor agridulce por la marcha de Cristóbal y siete aspirantes que aún luchan por conseguir su sueño.