Altamira, la importancia del original
- El Patronato de Altamira prorroga las visitas experimentales hasta febrero de 2015
- "Después de Altamira la decadencia", dijo Joan Miró
- En las cuevas habitan bacterias que pueden ser dañinas para la salud humana
FICHA TÉCNICA
- Guión TERESA GRAY
- Realización ARTURO VILLACORTA
- Imagen SANTIAGO CUEVAS
- Sonido JAVIER BRITOS
- Montaje MARÍA HIDALGO
- Producción LOURDES CALVO, ANA PASTOR
Los miles de años que estuvo sellada la cueva ayudaron a la conservación de las pinturas. En menos de medio siglo y debido a la acción humana la bóveda más importante de la historia ha estado a punto de sucumbir. En el XXI se debate si lo más recomendable es su apertura a grupos minoritarios o su cierre definitivo.
Bacterias dentro y fuera de la cueva
Cada vez que se abre la puerta de Altamira se cuelan hongos y bacterias, los principales enemigos de las pinturas milenarias. A veces los lleva el aire y otras son los propios humanos los que los transportan. Siempre que el hombre pisa una cueva deja un rastro tras sí.
Una cueva urbanizada
Uno de los principales enemigos de las pinturas han sido las obras que se acometieron para "urbanizar" la cueva y de esa manera hacerla accesible al turista. Fue el inicio de la decadencia de Altamira. Durante décadas entraron miles y miles de personas sin ningún control. Los excesos llevaron al cierre y a la creación de la réplica, la llamada neocueva.
¿Me tocará?
Es la pregunta que se hacen los visitantes que acuden los viernes a ver la neocueva. Si llegan antes de las once de la mañana entran en el sorteo para visitar la cueva original. Sólo cinco personas pueden entrar. Es un experimento con fecha de caducidad, la misma que el trabajo científico donde se encuadra. Las conclusiones del mismo servirán de asesoramiento para que Altamira se vuelva a abrir de manera muy restringida o para que permanezca cerrada como en los últimos doce años. Dentro de ese estudio hay un proyecto de valor social. Ahí se valora la opinión de los visitantes y también se sigue la huella que ha dejado "la sala de policromos".
Un lugar especial, con muy poca luz
El pintor Pedro Saura realizó junto a su mujer Matilde Muzquiz (ya fallecida) las pinturas de la neocueva. Como artista su visión del techo de policromos es muy interesante. Tiene la teoría de que los bisontes más importantes de la historia del arte se hicieron en el tiempo record de un mes y a la luz de las velas.