Amor imposible, amor propio
- La actriz Kiti Manver presenta 'Las heridas del viento', de Juan Carlos Rubio
- Interpreta a un hombre que ha consagrado su vida a un amor imposible
¡Atención obras!
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“Para amar no hacen falta dos personas” –dice el personaje que interpreta Kiti Manver en “Las heridas del viento”.
“Para amar no hacen falta dos personas“
Así explica o justifica el haber dedicado su vida a un amor estéril, no correspondido. Le preguntamos a la actriz si no le parecía un poco contradictoria esta declaración que el texto le obliga a decir y respondió: “Eso es real como la vida misma”
“Para amar no hacen falta dos personas, únicamente que uno lo desee. El amor no siempre es un diálogo”
“El amor no siempre es un diálogo“
A mí, lo confieso, me sobrecoge esta idea de que para amar no haga falta que el objeto amado participe. Claro, alguien podría preguntarse ¿pero qué le vas a hacer si no te corresponden?, ¿va por ello a dejar de parecer enamorante el ser amado?
Y es que existe la idea romántica de que con tu emoción amorosa reconoces la excelencia de alguien tan excelente que no te ama, lo cual confirma, de alguna forma, su superioridad y justifica que le ames, aunque no te devuelva amor de pareja.
Amores imposibles
El amor no correspondido inflama los corazones, parece generoso y desprendido porque, como no espera recompensa, es desinteresado, ¿desinteresado? ¿A quién amas exactamente cuando no te ama tu amor?
“El amor es el terreno de juego“
Y sigo planteado ¿cómo es posible amar si no hay una relación amorosa, si no es amor lo que se ejercita? No me refiero únicamente al sexo, sino a todo lo que implica compartir complicidad y vida con alguien. Si no te devuelven amor, tú no puedes dar amor porque el amor es el terreno de juego.
“¿Por qué tienen tan buena prensa los amores imposibles?“
Siempre hemos escuchado esa concepto de “estar enamorado del amor”, ¿pero a quién se ama cuando te enamoras del amor, de las emociones que sientes, del estado? ¿Por qué tienen tan buena prensa los amores imposibles, los que suceden sólo en la mente de los amantes? ¿Por qué parecen amores perfectos?
El amor imposible lleva en el nombre la explicación. Al amor imposible no le queda otra que ser imposible porque si no, la realidad del otro, su olor, sus manías, su risa estridente quizá, rompería su imagen como amado perfecto que no huele, que no mancha, que no rechina.
Pretexto para vivir
Es imprescindible que el otro sea irreal para que el amor sea perfecto, para que el corazón se inflame sin sombra de duda y se exalte ante una excelencia sólo posible en el pensamiento del amante, sólo posible en su cabeza porque se la inventa, porque es producto de su imaginación, porque es un “pretexto para vivir”, como diría el poeta Pedro Salinas, experto en expresar amor.
“Es imprescindible que el otro sea irreal para que el amor sea perfecto“
La siguiente pregunta es ¿de dónde sale esa imagen? ¿Cómo se forma en nuestras mentes? Quizá haya que ser literal para dar con la respuesta ¿Cuál es el amor imposible por excelencia? ¿Cuál el amor prohibido? ¿Quién o quiénes nos parecieron alguna vez todopoderosos, perfectos, infalibles, sin tacha?
No sé si somos muchos los que alguna vez nos hemos preguntado por la trastienda de tan perfectas e inalcanzables pasiones y la buena prensa y el predicamento que tienen.
Cada uno que busque, si es que quiere, la explicación que sea al origen de esa imagen que nos envuelve y enamora. Tengo la sensación de que Juan Carlos Rubio, autor de “Las heridas del viento”, propone una respuesta.