Adolfo Gutiérrez, el chelista de Múnich
- Uno de los chelistas españoles de mayor proyección internacional
- Debuta con la Orquesta Nacional de España, en el Auditorio Nacional de Música
- Bajo la batuta de Tom Koopman, pionero en el repertorio barroco y el clasicismo
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Estuvimos con Adolfo Gutiérrez, uno de los chelistas españoles de mayor proyección internacional, en su debut con la Orquesta Nacional de España, en el Auditorio Nacional de Música, bajo la batuta de Tom Koopman.
“Uno de los chelistas españoles de mayor proyección internacional“
Aunque es la primera vez que ha tocado con la ONE, en 2010 debutó con la London Symphony Orquestra, interpretando el concierto de Elgar en el ciclo Ibermúsica y ha tocado con numerosas orquestas españolas como la Sinfónica de RTVE, la Sinfónica de Galicia o la OBC, entre otras.
Un Ruggieri de 1673
En su debut con la ONE, Adolfo ha interpretado el difícil concierto para chelo de Haydn, con un valioso Ruggieri de 1673, que dice, le han prestado, y para el que busca patrocinador y así poder continuar tocándolo.
“Adolfo ha interpretado el difícil concierto para chelo de Haydn, con un valioso Ruggieri de 1673“
Adolfo nos explica las peculiaridades de este instrumento, una obra de arte, sobre todo en la profundidad y expresividad de las notas graves, algo que no se encuentra en los chelos modernos.
El director Tom Koopman ha sido pionero en el repertorio barroco, y también en la interpretación historicista de los compositores del clasicismo, como Mozart o Haydn así que entiende muy bien la partitura de este concierto para chelo en re mayor de Franz Joseph Haydn.
Para Adolfo Gutiérrez, la mayor dificultad de esta obra es que el chelo “está siempre muy expuesto en los registros muy altos” y confiesa que ha venido a aprender de la versión del concierto que hace Koopman.
Del piano al chelo
Hijo de músicos españoles, Adolfo Gutiérrez nació en Múnich, donde comenzó sus estudios de piano. En un momento de su vida decidió cambiar este instrumento por el chelo, al tener, dice, mejor profesor de chelo que de piano.
“Echa de menos el matiz sinfónico que tiene el piano, poder tocar, por ejemplo, las últimas sonatas de Beethoven“
Aunque afirma echar de menos el matiz sinfónico que tiene el piano, poder tocar, por ejemplo, las últimas sonatas de Beethoven, el chelo le da "unas posibilidades de fraseo ilimitadas".
Adolfo completó sus estudios fuera de España, con un profesor en Boston que le animó a hacer la carrera de solista, algo que el mismo no había considerado en un principio.
Entre sus próximos proyectos, además de tocar a finales de julio en el Festival de El Escorial, debutará con la orquesta Gewandhaus de Leipzig con Riccardo Chailly, un proyecto que le hace mucha ilusión.