Curiosidades de Águila Roja: La terapia larval
- Gonzalo propone una cura alternativa para el brazo de Nuño en el capítulo 70
- ¿Qué hay de verdad en su solución?
Águila Roja está ambientada en el siglo XVII, pero la magia de la serie radica en el uso de la imaginación y de la libertad creativa, que nos permite vivir las aventuras más emocionantes y rocambolescas. Asistimos a acontecimientos que mezclan realidad y ficción, y quizás aquellos que creíamos más extraños son los más fieles a la historia y al revés.
En esta sección abordaremos algunos hechos curiosos de los capítulos, y sabremos qué hay de verdad y qué de irreal.
Comenzamos la temporada con el capítulo 70 y el peligroso estado de Nuño. Águila Roja lo ha herido de gravedad al intentar matar al Comisario. Su flecha ha alcanzado el hombro del Marqués de Santillana, produciendo una herida sin aparente cura, ya que el tejido se va grangrenando. El médico de Palacio propone una única solución para salvarle la vida: la amputación del brazo.
Gonzalo se presenta entonces ante el Comisario con una cura alternativa: larvas de mosca.
La terapia larval
La propuesta del maestro no es descabellada. la terapia de larvas de mosca, también llamada de gusanos, se utiliza desde la antigüedad para limpiar tejidos muertos de heridas, curarlas y detener la expansión de la necrosis. Su uso está documentado en textos como la Biblia (Job 7:5 Mi carne está cubierta de gusanos y de una costra de tierra; mi piel se endurece y supura) o en el Hortus Sanitatus (alemán), el primer libro de historia natural impreso en el siglo XV.
Se sabe también que las larvas de mosca fueron aplicadas por las tribus Ngemba de Nuevo Gales, Australia, por los indios Mayas, y en los siglos XVI y XVII (época de nuestra serie) varios cirujanos que atendieron a los soldados caídos de las guerras europeas escribieron sobre el efecto curativo de las larvas.
Un método que siguió el cirujano general de Napoléon Bonaparte, que se extendió en la guerra civil de EE.UU, y sobre todo, en la primera Guerra Mundial con el trabajo de Wiliam S. Baer.
Su uso decayó con el descubrimiento de la penicilina. En la actualidad la terapia se utiliza con las larvas estériles de la especie de mosca Phaenicia sericata. Para su estudio y promoción existe La Sociedad Bioterapéutica Internacional. La metodología es también conocida como Terapia Maggot.