'El Orgullo del Tercer Mundo', el programa de televisión de Faemino y Cansado
- Homenaje a este clásico de la televisión y del humor que marcó a tanta gente
- Se estrenó en julio de 1993 y se emitía semanalmente en La 2 de TVE
- 20 años después, conocemos todo lo que no se veía en el programa
- La mitad invisible, cada sábado, a las 20.00 horas, en La 2
La mitad invisible
Un programa presentado Juan Carlos Ortega y dirigido por Blanca Flaquer que pretende descubrir la parte más desconocida de las obras de arte.
Cada sábado, a las 20.00 horas (excepto el primer sábado de cada mes) tenéis una cita con 'La mitad invisible' en La 2 de TVE
El Orgullo del Tercer Mundo de Faemino y Cansado fueron 16 capítulos de media hora y uno recopilatorio de los mejores momentos. Se estrenó en julio de 1993 y se emitía semanalmente en la 2 de Televisión Española.
20 años después, Juan Carlos Ortega se acerca de la mano de Faemino y Cansado a conocer todo lo que no se veía en el programa. Conocemos las horas de trabajo que suponía escribir los guiones, el lugar donde se representaba, la repercusión en la carrera de estos humoristas…
Ante todo, mucha risa
Nos interesaba profundizar en el humor de esta pareja de cómicos capaces de popularizar la frase “Que va, que va, que va... yo leo a Kierkegard” y para ellos contamos con el crítico Jordi Costa y de un grupo de humoristas miembros del Instituto Quevedo del Humor en la Universidad de Alcalá.
El contexto de la televisión y de La 2 a principios de los años 90 nos lo explica el profesor de la facultad de comunicación en la Universidad Ramón Llull y también crítico de televisión Fernando de Felipe.
En la tele
Juan Carlos Ortega también se acerca a los equipos de televisión de Prado del Rey a través de Cesar Gil, productor ejecutivo del programa, visita los almacenes de atrezzo donde aún se encuentran muchos de los pocos objetos que necesitaban Faemino y Cansado para sus gags.
“¡qué poco cambiaban las frases en la actuación que hacían sin interrupciones!“
Pudimos ver los guiones originales y comprobar qué poco cambiaban las frases en la actuación que hacían sin interrupciones, como si de un teatro y no de un programa de televisión se tratara.
Cesar Gil nos dijo que “normalmente grababan dos programas en una tarde, y les daba tiempo porque no seguían las dinámicas propias de la televisión. Ellos lo preferían así.”
Humor absurdo
Por último, y recordando la escena de médico y paciente, hablamos con Natalia Lopez Moratalla, catedrática de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Navarra, para entender el funcionamiento del humor absurdo en nuestro cerebro.