Solo un niño separaba a Felipe 'El Hermoso' del trono...¿deseaba el de Flandes su muerte?
- ¿Morir en el parto era algo habitual?
- ¿Por qué Felipe confiaba en que él terminaría ocupando el trono? ¿Qué sabía?
- ¿Qué comportamientos de Juana preocupaban seriamente a los Reyes Católicos?
"Morir en el parto no era lo habitual obviamente, pero era factible." Óscar Villarroel, profesor de Historia de la UCM, nos previene de que la mortalidad de las mujeres a la hora de dar a luz, era bastante elevada en 1498.
Sin haberse repuesto de la muerte de su heredero, el príncipe Juan, Isabel y Fernando tienen que darse prisa en dejar la sucesión atada. Por eso, hacen venir a su primogénita, la reina de Portugal, para jurar junto con Manuel 'O Venturoso' como herederos de Las Españas. Primero lo hicieron en Toledo y después en las tierras de su padre.
Isabel estaba embarazada ya de bastantes semanas. Y tantos kilómetros le pasaron factura. Además se une el hecho de que el viaje tampoco era un plato de buen gusto, "Para ella no debió de ser agradable estar en Aragón, allí era muy difícil que las Cortes aceptaran a una mujer como reina", asegura Teresa Cunillera, asesora histórica de la serie.
Tantos sobresaltos derivaron en un parto precipitado que tuvo terribles consecuencias. El niño sobrevivió, pero la madre murió. "Teniendo en cuenta que el conocimiento médico era reducido, si se producían hemorragias internas o infecciones con trozos de placenta que quedaran adheridos, las posibilidades de que un médico lo arreglara sin causar más daños eran difíciles. Y sin antibióticos una infección podía ser mortal", asegura Villarroel.
Isabel sufre otro mazazo en muy poco tiempo:
- En 1496 muere su madre
- En 1497 muere Juan
- En 1498 pierde a otra de sus hijas
Los historiadores coinciden en que la muerte de la primogénita es uno de los tres grandes dramas de la reina. Aún nos queda uno más por ver que terminará de minar su salud y vitalidad. Teresa Cunillera se imagina el dolor de la reina aquellos años, "Era algo escalofriante...¡Todas esas desgracias en tan poco tiempo!" Y añade: "No está nada demostrado, pero esas casualidades... ¡La casualidad no existe nunca!"
Miguel de Paz, el niño-príncipe y esperanza de los Reyes Católicos
Ahora que su madre estaba muerta, ese recién nacido al que le había costado tanto llegar al mundo era la única esperanza de Isabel y Fernando. Óscar Villarroel, señala la importancia que tendría esa criatura: "Teniendo en cuenta que había tenido un niño, el problema sentimental existía, pero la sucesión estaba asegurada. Por lo tanto no hablamos de un gran varapalo [a nivel político] y más teniendo en cuenta que era hijo del Rey de Portugal"
Isabel, una abuela coraje
Esa escena en la que Isabel, con un velo negro, saca las uñas por su nieto delante del cuerpo inerte de su hija...¡nos ha puesto los pelos de punta!
La Reina Católica lo tuvo clarísimo. Según Villarroel, gracias a uno de los biógrafos de Isabel, Tarsicio de Azcona, sabemos que intentó ser para ese niño la madre que había perdido.
Por eso y porque Miguel de Paz era la única esperanza de que su proyecto de unión de Las Españas siguiese adelante, Isabel y Fernando lucharon para que ese niño fuera educado en Castilla.
Cunillera reconoce que no tuvo que ser fácil convencer a Manuel: "Lo suyo es que hubiera estado en Portugal. Pero es cierto que era algo normal en la familia de Fernando. Hay documentos que demuestran que su padre, Juan II de Aragón, había intentado criar al príncipe Juan."
Tanto se empeñaron los reyes en la crianza de ese niño, que Miguel les acompañaba a todas partes. Incluso cuando tenía dos años acudió a Granada con sus abuelos, cuando Fernando se vuelve a colgar el traje de soldado para aplacar las revueltas musulmanas... El 20 de julio de 1500 la ciudad volvería a ser testigo del dolor y el luto de la reina...
A Felipe 'El Hermoso' solo le falta una muerte para llegar al trono
Si atendemos a lo que dice Manuel Fernández Álvarez en su estudio sobre Isabel, nos quedamos de piedra cuando descubrimos que "Felipe tenía un correo en la corte de los Reyes Católicos con la orden expresa de salir a uña de caballo, en cuanto se supiera que el niño-príncipe había muerto."
¿Por qué estaba tan seguro el archiduque de que Miguel no estaría mucho tiempo en este mundo? ¿Intuición, estadística, deseo...?
Además desde la corte borgoñona ya llegaban noticias de que el comportamiento de Juana no era muy normal. Se decía que estaba trastornada por los celos y que había llegado a descuidar sus deberes religiosos.
Por eso, su madre le envío a un fraile, un hombre de su confianza, Tomás de Matienzo.
Al principio, la encuentra bien y en su primera carta leemos:
Está tan gentil y tan fermosa y gorda y tan preñada, que si Vuestas Altezas la viesen, habrían consolación,
Pero pronto el tono de sus misivas se va tornando cada vez más oscuro y leemos:
Yo le respondí que no venía yo a fazer inquisición sobre su vida... ...la poca devoción... ...sin ninguna piedad... ...le dixe todo lo que V.A. me mandó...
Hace un año Isabel lo tenía todo de cara, ahora el futuro de su empresa se ha vuelto incierto. Y así ella misma lo reconoce en la serie... con una frase final que nos ha dejado helados: "He visto morir a mis hijos, a su descendencia y ahora mis temores sobre Juana se ven confirmados. Solo nos queda este niño."