'Un país para comérselo' en Guadalajara: "La felicidad de la tierra"
- Un viaje por la ruta de los ‘pueblos negros’ y su arquitectura de pizarra
- Ana cocina una de las especialidades de la tierra: el cabrito al horno
- En Sigüenza, descubriremos la vanguardia gastronómica de la provincia
Ana Duato emprende camino en Guadalajara con el espíritu de uno de los grandes viajes literarios del castellano: el que hiciera Cela en su “Viaje a la Alcarria”.
Esta comarca es precisamente uno de los destinos del programa, que comienza cerca del castillo de Jadraque. En la estación del año donde el campo se inunda con una explosión de flores silvestres de todos los tipos, Ana recoge las hierbas que necesitará para cocinar una de las especialidades de la tierra: el cabrito al horno.
La ruta de los ‘pueblos negros’
Tierra de fortalezas y castillos, Ana visita a una familia de titiriteros que abandonó el ruido de la ciudad para encontrar un lugar para vivir y trabajar en Tamajón.
En la provincia se puede seguir la ruta de los llamados “pueblos negros”, bellos ejemplos de arquitectura popular como el de Campillo de Ranas; Paco Maroto, su emprendedor alcalde, ha encontrado allí la manera de revitalizar la economía local con nuevos proyectos que han atraído habitantes de la ciudad.
En Sigüenza, Ana se encuentra con los hermanos Eduardo y Enrique Pérez, que llevan muchos años en la vanguardia gastronómica de la provincia. En 2001, tomaron las riendas del negocio familiar, un restaurante en la ciudad del Doncel: en el programa, Ana preparará con Enrique una receta de caza mientras que Eduardo le saca todo su jugo a la coctelera.
Miel y lavanda
Otra de las razones por las que la Alcarria es conocida en todo el mundo es su miel, un producto cuyas múltiples cualidades no son sólo cuestión de gusto.
También en Brihuega, Ana sigue la pista del Profesor Max, un hipnotizador de fama mundial que reunió en su pueblo natal una colección de miniaturas muy especial.
El gran reportero Manu Leguineche también encontró aquí su hogar, después de viajar por todo el planeta como enviado especial, reflejando sus paseos, sus tardes de mus y sus charlas con los vecinos de esta comarca en un hermoso libro, “La felicidad de la tierra”.
En Guadalajara se encuentran las plantaciones de lavanda más extensas de toda España: en una de ellas, Ana asiste a un acontecimiento anual que celebra la explosión de color y de aromas de esta aromática planta en su momento de mayor esplendor.
Además, Ana comparte una jornada con gancheros en el Alto Tajo, y para terminar, visita el Centro Astronómico de Yebes, base para el trabajo de un amplio grupo de técnicos e ingenieros.