Era rusa y se llamaba Laika
- Fue el primer ser vivo en órbita en el espacio....un viaje sin billete de vuelta
- Los detalles de su 'aventura' no se conocieron hasta 2002
3 de noviembre de 1957. Mientras Jerry Lee Lewis lanzaba al mundo la canción Great Balls of Fire, la Unión Soviética montaba a la perra Laika –que en ruso significa ladradora– a bordo del Sputnik 2, para convertirla en el primer ser vivo en órbita en el espacio. Los rusos se apuntaban así un tanto en la carrera espacial que mantenía con los EE UU y que acababa de arrancar un mes antes con el lanzamiento del Sputnik 1.
Reclutada en las calles de Moscú por el Ejército Soviético y con el nombre original de Kudryavka (pequeña de pelo rizado) su viaje supuso un avance clave para el posterior envío de humanos al espacio. En aquellos momentos se sabía muy poco sobre los efectos que los vuelos espaciales podían producir en los seres vivos. De hecho, los científicos pensaban que los humanos probablemente no podrían sobrevivir al lanzamiento y a las condiciones del espacio exterior. Así lo contábamos en España a través del NODO de la época:
La pequeña Laika fue sometida a un duro entrenamiento, parecido al que pasarían años después los humanos, junto con otros dos perros, Albina, Mushka. Finalmente fue ella la elegida como la tripulante de la nave espacial soviética Sputnik 2. Uno de los técnicos que prepararon la cápsula antes del despegue final dijo que "después de la colocación de Laika en el contenedor y antes de cerrar la escotilla, le besamos la nariz y le deseamos buen viaje, sabiendo que no iba a sobrevivir el vuelo."
Los científicos sabían que el de Laika era un viaje sin billete de vuelta. Aunque la perrita llevaba comida para varios días, murió a las siete horas del despegue debido al estrés y al sobrecalentamiento de la nave, algo que no se hizo público hasta 2002 ya que los rusos la consideraban información clasificada. Tras su viaje, la URSS no dejó de poner en marcha estas misiones y fueron enviados al menos 12 perros más al espacio. El 20 de agosto de 1960 Belka y Strelka, dos perros callejeros volvieron sanos y salvos después de orbitar la tierra 16 veces a bordo del Sputnik 5. Ellos fueron los primeros en volver vivitos y coleando de un viaje espacial. Pero no fueron los únicos animales que han colaborado al éxito de la exploración cósmica.
Por fin, en el año 1961 el cosmonauta Yuri Gagarin se convirtió en la primera persona en ir y volver al espacio. Su viaje no hubiera sido posible sin la colaboración de Laika que, sin quererlo, se convirtió en un nombre clave en la carrera espacial. Ya lo cantaba Mecano en 1988: “Era rusa y se llamaba laika ella era una perra muy normal pasó de ser un corriente animal a ser una estrella mundial”.