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Cómo superar el casting de la próxima temporada de MasterChef en cinco pasos

  • Es hora de demostrar que la cocina es el gran amor de tu vida

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Cómo superar el casting de Masterchef en cinco pasos
Churra, concursante de MasterChef 2, a punto de convertirse en Trending Topic mundial.

“Está decidido. Tras ganar tres años consecutivos el concurso de tapas que organizan mis amigos cada invierno y escuchar decir a mi cuñado cómo la granada le da mucho ‘rollo’ al tartar de langostinos y aguacate que preparé para la última comida familiar, he reunido el valor suficiente y me he apuntado al casting de la tercera temporada de MasterChef. Es cierto que no entiendo cómo funciona el reloj de las pruebas de plató y que con las críticas de Jordi paso más miedo que cuando no consigo ligar el pil pil, pero lo mío con la cocina es un amor más verdadero que el que se tienen el queso de Burgos y el membrillo”.

Si usted se ha sentido identificado con el párrafo anterior, bienvenido al proceso de selección del programa de cocina más duro del mundo. Ya ha rellenado el formulario de inscripción, nos ha enviado un par de vídeos en los que demuestra que deconstruye la tortilla de patatas como nadie y en el mejor de los casos, habrá sido convocado para el casting presencial.

Ahora, una extraña mezcla de excitación, ansiedad y nervios se ha apoderado de usted ante la idea tener que ponerse delante de una cámara y explicar por qué debe ser uno de los aspirantes de la próxima edición. Pero ante todo, tranquilidad, porque le vamos a proporcionar una serie de consejos para que la prueba le salga mejor que la que hizo El Fary para protagonizar Menudo es mi padre.

1. La verdad, por delante

Maquillar nuestras habilidades en el currículum es más español que el cocido, pero mentir sobre nuestra personalidad es mucho más complicado. Buscamos personas auténticas y sinceras, y esto es algo que no se puede forzar. Sea usted mismo, con sus virtudes y sus defectos, sus anhelos y sus inseguridades. Aunque suene a topicazo Disney, ser uno mismo es siempre la mejor de las opciones.

2. Déjenos conocerle

Seguro que su familia le adora, y que sus compañeros de trabajo se pelean por tomarse el café de media mañana con usted, ya que es más majo que las pesetas, pero nosotros no le conocemos. No sabemos que está a la vanguardia de las nuevas tendencias culinarias o que tiene medio millón de suscriptores en su canal de YouTube dedicado a vídeos de gatos desperezándose. Cuéntenoslo e intente que nos llevemos de usted la impresión más completa y verdadera.

3. Usted es especial

No, el que firma estas líneas no es fan de Paulo Coelho ni ha leído en su vida un libro de autoayuda, pero seguro que usted tiene algo que los demás candidatos no tienen, así que háganoslo saber. A lo mejor ostenta el título de Mejor Ordeñador de Vacas de Asturias, o quizá descubrió la cocina cuando su mujer le dejó por su preocupante sobrepeso y empezó a cocinar sano y variado. O puede que se haya enamorado de Pepe hasta las trancas y el mayor sueño de su vida sea convertirse en cabeza de gamba cada vez que nuestro juez saborea el Mediterráneo. Sea lo que sea, no se avergüence y díganoslo.

4. Prepare un plato elaborado y trabajado

Si todo su pueblo se lo ha dicho, probablemente sea el que mejor hace la paella en toda la Comunidad Valenciana. Y seguro que a sus hijos les sabe mejor la pizza Cuatro Quesos que les hace su madre cada viernes que doce menús con estrella Michelin. Pero seguro es también que usted, cuando se pone, elabora platos sabrosos, técnicamente más complicados que poner el microondas en función grill y con una presentación que sonrojaría a la propia Samantha. Así que muéstrenoslo y deje a los asesores culinarios del programa con la boca abierta al probar ese bocado, al que ha dedicado trabajo, tiempo, inspiración y práctica, mucha práctica.

5. Y sobre todo, hable. Y mucho

Deslúmbrenos con su pasión por la cocina, con el recuerdo de la casa de su abuela oliendo a torrijas los Domingos de Resurrección o con lo que le pasó cuando casi provoca un incendio intentando flambear un cochinillo para celebrar que su hijo, a sus 35 años, por fin se independizaba. Cuéntenos todo aquello que le defina, le haga feliz, le emocione. Y si se pasa, no se preocupe, ya nos encargaremos nosotros de decirle que se calle.

Y por si aún no lo he dejado suficientemente claro, la clave de hacer una buena prueba es dejarse ver tal y como uno es, es decir, todo lo contrario de lo que hacemos en una primera cita.

¡Mucha suerte!