Aulas para el rock
- La Escuela Superior de música Jam Session de Barcelona es la primera de España que imparte el Grado Superior de Rock, Nuevas Tendencias y Músicas Urbanas
- El curso comenzó en septiembre pasado y únicamente 5 alumnos consiguieron superar la dura prueba de acceso
- Se ofrecen 3 especialidades: Interpretación, Pedagogía y Sonología
FICHA TÉCNICA:
Guión: JUANTXO VIDAL
Realización: MARIANO RODRIGO
Imagen: PABLO BALSA
Sonido: GEMMA GARCÍA
Montaje: SONIA GARCÍA
Postproducción: CHEMA GINÉ
Sonorización: CURRO ESCRIVANO
Han transcurrido casi 8 décadas desde que el rock comenzara a mover esqueletos y conciencias. Nació en EE.UU., en los 50, de la fusión de varios estilos, fundamentalmente el blues de los negros y el country de los blancos. Una música mestiza, sencilla y directa, que alentó una auténtica revolución y traspasó los ámbitos de la cultura. El rock se convirtió pronto en una forma de entender la vida.
Desde aquellos primeros días, desde aquellos pioneros, el rock ha tomado mil caminos, se ha reinventado mil veces, y mil veces ha vuelto a los orígenes. Y mantiene intacta su fuerza transformadora, su impulso vital, su espíritu.
Ese espíritu, y no otra cosa, es el que le ha llevado a las aulas más exigentes. Sí, ahora el rock es también una carrera superior, un grado. Cuestión de lógica, la música clásica tiene su titulación, también el jazz, ¿cómo el rock no iba a tenerla? Era cuestión de tiempo, de riesgo y de esfuerzo. Ya está hecho.
El origen
Un tipo inquieto. Cantante de melena, pantalón vaquero y botas tejanas. Un rockero de libro: Luis Blanco. Llegó a la música por pura afición, empujado por la magia blanca del Made in Japan de Deep Purple. Era muy joven, dejó su oficio de fresador y se puso a cantar en grupos diversos, por el camino vio la necesidad de estudiar música, y después comenzó a dar clases. Al principio era sólo una forma de redondear ingresos, pero la enseñanza acabó siendo un objetivo central, un fin en sí mismo. Además tenía sus propias ideas al respecto, así que tiró de riesgo y en 1998 abrió Jam Session, su propia Escuela de Música, para impartir clases de música moderna en los niveles elemental y medio.
Hace algo más de un lustro comenzó a rondarle la cabeza la idea de crear un título superior que completara el ciclo formativo en el ámbito del Rock y las Nuevas Tendencias. El apoyo de sus colaboradores más cercanos puso el tema definitivamente en marcha.
No ha sido fácil. Una auténtica carrera de obstáculos, un rosario de requisitos salteados en decretos de obligado cumplimiento. Que si el proyecto de negocio, que si la infraestructura adecuada, los espacios precisos, las medidas establecidas, los accesos… Y sobre todo: el plan formativo.
En la travesía burocrática, hasta La Font de la Guatlla, el barrio barcelonés donde está la Escuela Jam Session, dejó oír su voz favorable al proyecto. La Asociación de vecinos mostró su apoyo a un proyecto que formaría parte del denominado Campus Barcelona, un entorno cultural que engloba centros de docencia y expresión artística.
Por fin, en julio de 2014 el proyecto fue definitivamente aprobado. La Escuela de Música Jam Session podía impartir el Grado Superior en Rock y Nuevas Tendencias, un título oficial, reconocido por la Agencia de Calidad del Sistema Universitario, y dentro del Espacio Europeo de educación Superior. Dos meses después, con pocos inscritos debido a las premuras, se realizaron las primeras pruebas de acceso. Sólo 5 alumnos consiguieron entrar en el curso inaugural.
La formación
La propuesta formativa para los cuatro cursos del grado aborda distintos aspectos en torno al hecho musical. Se potencia el virtuosismo instrumental y la capacidad de componer, de crear música, pero también se incide en el conocimiento de la tecnología al servicio de la música, o en el marketing y el negocio, o en la pedagogía… Y todo con una orientación de futuro, potenciando la exploración en un panorama, el musical, en permanente estado de cambio.
Hay 3 posibles especialidades, en función de la orientación profesional que cada alumno pretenda: Interpretación, Pedagogía y Sonología. La Interpretación busca la excelencia en el dominio y potencialidad de un instrumento, la Pedagogía se orienta al campo de la enseñanza musical y la Sonología abarca todo lo relativo a la producción sonora, mezclas, equipamientos, etc.
La asignatura de Instrumento es la única que se imparte a cada alumno en solitario. Al final de la carrera, el graduado debe ser un virtuoso intérprete del instrumento de su elección, debe conocer todos los estilos e improvisar con la máxima soltura. Además se ofrece formación en un segundo instrumento.
Instrumento y Grupo (Banda) son las asignaturas con más peso específico en la carrera, las únicas que se imparte a lo largo de todo el grado. Pedagogía es una asignatura común en el primer curso para las 3 especialidades. Tiene su explicación: cuando aflojan los conciertos, los “bolos”, la enseñanza musical es la principal fuente de ingresos para la mayoría de los profesionales de la música, de ahí la importancia de manejar técnicas eficaces para el aprendizaje musical.
Hijos del rock
Con su guitarra entre las manos, el profesor Albert Faz habla con entusiasmo contagioso. “Cuando te pones a tocar entras en otro mundo –dice-, activas otras áreas del cerebro, y realmente es como una terapia”. Albert se confiesa afortunado, trabaja en lo que más le apasiona. Como él todos los demás en Jam Session, sean profesores o alumnos. Muchos de ellos, casi todos, toparon con la música antes de poner los pies en el suelo, y no opusieron resistencia. Viven conectados entre sí por ese vínculo que les identifica como miembros de la gran tribu, rockeros.
Gilles Estoppey se expresa con dificultad en castellano, en su cabeza de belga trotamundos los idiomas conviven como pueden, pero cuando se sienta ante el Fernder Rhodes y comienza a deslizar sus manos por el teclado es fácil entenderle. Gilles da clases de piano y de banda. Otro trotamundos, Riccardo Massari. Un alquimista sonoro en búsqueda permanente. Todo lo que suena es susceptible de convertirse en música para éste italiano, enjuto y amable, sonólogo, compositor y multinstrumentista. Hace un par de años desarrolló el Tarcordium, su invento, un instrumento electro acústico, “arcaico y futurista” –dice-, que, en sus manos, puede transformar la música celestial en un desgarrado grito satánico, y viceversa. Riccardo es profesor de Acústica y Percepción Auditiva, en su clase se disecciona el sonido y también se analiza el entorno sonoro cotidiano, la sintonía de la vida.
Albert, Gilles, Riccardo, y otros: Rafa Escoté, un histórico maestro del bajo eléctrico (formó parte de aquel mítico Pegasus que sacudió la escena jazz-fusión barcelonesa en los 80), Pepe Balasch, uno de esos músicos totales que tocandirigenarreglanimpartenyloquesea, Maite Vernet, la pedagoga embarcada en el Primer Gran Catálogo del Rock (mucho más que una enumeración de artistas, grupo o estilos)… Profesores de la nueva materia, formadores de graduados universitarios en Rock, Nuevas Tendencias y Músicas Urbanas, todo un reto, una responsabilidad que asumen con el sentido del riesgo propio de los rockeros. Alguien tenía que abrir camino.
Y en el otro lado, en la parte de los entusiastas aprendices, alumnos como Marc, como Manu, como Jordi o como Carles, miembros también de la gran tribu del rock, inquietos y curiosos, con la incertidumbre de quienes están descubriendo el más deseado regalo. Serán los primeros en la orla del Rock. Buenos tipos.