La heroína, el mal que se llevó por delante a la generación de la Movida
- La serie refleja los estragos que causó la droga en los barrios de los ochenta
- La criminalidad y la inseguridad ciudadana aumentaron exponencialmente
Dicen que fue la "generación perdida". Jóvenes que, en los años ochenta, cayeron en el abismo de las drogas ante la impotencia de las generaciones que los precedieron. Un auténtico drama social que comocionó a la España de la época y que Cuéntame cómo pasó refleja en el último capítulo, El café, con toda su crudeza.
"Perdí al 50% de los amigos por la droga", nos cuenta Óscar Aibar, director de la serie. "Gente que empezó en el rock, en los cómics conmigo y que empezaron a jugar con una desinformación absoluta con ese tema y se le fue de las manos".
En otoño de 1983, la prensa informaba de, al menos, un centenar de muertes por sobredosis durante aquel año. El diario ABC aseguraba que el 91% de los jóvenes españoles había probado "algún tipo de estupefaciente". Un negocio que, según El País, movía 300.000 millones de pesetas.
Cuéntame, cronista de nuestra propia historia, ha convertido la trama de la droga es uno de los pilares de la temporada. La heroína, presente en años anteriores a través del personaje de Inés, irrumpe ahora en San Genaro y sacude la vida de sus vecinos: uno tras otro, los jóvenes del barrio empiezan a caer en sus garras. Entre ellos, Luis, el amigo de la infancia de Carlos.
"Cuando estoy dirigiendo a Luis o a otro de los que están tocados por ese tema, me acuerdo mucho de mis amigos. Me acuerdo de cómo nunca me miraban a los ojos cuando hablábamos de ese tema, cómo me rehuían la mirada", recuerda Aibar.
Clima de inseguridad ciudadana
Junto al consumo de drogas, a principios de los ochenta se produce un aumento de la delincuencia alarmante. Entre 1976 y 1982, los delitos crecieron un 106%. La policía se vio desborada, hasta el punto de que solo conseguía detener a uno de cada 150 traficantes.
Con este panorama, los vecinos se echaron a la calle en muchos barrios de España. La respuesta de las autoridades aún tardaría en llegar: hasta el año 1985 no se pondría en marcha el Plan Nacional sobre Drogas.
Para reflejar aquel clima de creciente inseguridad ciudadana, los creadores de la serie han acudido al inmenso fondo audiovisual de Televisión Española. "Nos inspiramos mucho en declaraciones de madres. Hay mucho archivo en TVE de estos primeros piquetes", explica el director.
Una situación de alarma social que también recuerda Cuéntame cómo pasó con la creación de la primera patrulla vecinal de San Genaro, una especie de 'somatén' para expulsar a los yonquis del barrio.
Aunque los tiempos han cambiado, Óscar Aibar espera que estos capítulos ayuden a coincienciar a las nuevas generaciones sobre la lacra de la droga: "Los que la hemos sufrido tenemos la obligación de hacer ver a los chavales, tanto los actores como los espectadores que vean la serie, que esto de moda no tiene nada, que esto no es una moda divertida. Es una cosa muy seria", avisa.