Los aspirantes se enfrentan a la técnica de la alta repostería con Jordi Bordas
- Además elaborarán el banquete de unas bodas de oro en Cuenca
- En la eliminación, los aspirantes dejarán al descubierto su estrategia
El próximo programa de MasterChef comienza con uno de los retos más complicados de la temporada. Los aspirantes tendrán la oportunidad de brillar, pero no será fácil. Se enfrentan a la técnica y la minuciosidad de la alta repostería.
Tendrán que reproducir ‘la mandarina’ de Jordi Bordas, uno de los mejores reposteros del mundo que ha revolucionado la pastelería tradicional con métodos y técnicas novedosos.
Y si esta prueba da miedo a los concursantes, aún les quedan más sustos: los jueces visitan por primera vez la residencia donde conviven para encargarles una misión importantísima.
Irrumpen en casa a las cinco de la mañana y despiertan a los aspirantes para que se pongan manos a la obra. En Cuenca se celebran unas Bodas de oro, con 60 invitados, y ellos son los encargados de preparar el menú, diseñado por el maestro Manuel de la Osa. ¡A cocinas!
Y por último llega la Prueba de eliminación, donde los aspirantes descubrirán las dificultades que pueden surgir en una cocina profesional. Cuando se acaba un producto o faltan ingredientes, el chef tiene que improvisar y saber reaccionar para sacar un plato único con los elementos disponibles.
Sin embargo, el problema en MasterChef no va a sugir por falta de existencias, sino por los robos entre aspirantes. ¡Vamos a descubrir la estrategia de cada uno de ellos cuando se juegan su permanencia en las cocinas!