Mingote: tomarse el humor muy en serio
- Sus caricaturas han marcado toda una época del periodismo en España
- El dibujante y humorista Antonio Mingote falleció en 2012, a los 93 años
Imprescindibles
El homenaje a Mingote se emite el viernes, 15 de mayo, a las 21.00 horas, en La 2
Han colaborado:
DIRECCIÓN: Joan Sella
REALIZACIÓN: Joan Albert Planell
PRODUCCIÓN: Amelia Tabernero
AYUDANTE REALIZACIÓN: Jero Rodríguez
PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Ángel Villoria
EDICION Y POSTPRODUCCIÓN: Juanjo Nieto
GRAFISMO: Sandra Mañas
AMBIENTACIÓN MUSICAL: Gerard Gual
SONORIZACIÓN: Fernando Pequeño.
IMAGEN Y SONIDO: Elena Guerrero Guerra / Juan Francisco Martín /Nicolás Sánchez /Lluis Sanmartín /Beatriz Zurera /Javier Torrres
Cuando mis jefes en TVE me propusieron este trabajo, lo primero que sugerí (y aceptaron) fue sustituir el obligado distanciamiento periodístico ante el protagonista del documental por una declaración de parentesco.
Cuestión de parentesco
Para mí era imprescindible que el espectador conociera desde el primer momento que el autor del documental era sobrino segundo de Antonio Mingote. Esto quiere decir que mi padre, Ventura Sella Barrachina, y Antonio Mingote Barrachina eran primos carnales. Sus respectivas madres, Matilde y Carmen, eran hermanas.
Lo cual significa -y prometo solemnemente acabar cuanto antes con este tratado de genealogía- que dos de mis bisabuelos (Esteban Barrachina Benages y María Esquiu Colás, naturales de Rubielos de Mora y Villafranca del Campo) eran a la vez abuelos de Mingote.
Hacer un documental sobre un pariente que, entre cosas, me aupaba sobre sus rodillas siendo muy niño; con el que, sin darme cuenta, aprendí a leer descifrando el texto de sus viñetas en ABC y que, años después, me regaló una bufanda roja para que me pareciera más de lo que yo quería parecerme al escritor Francisco Umbral, me estimulaba porque sería para mí una forma distinta de contar una historia, tras dirigir -de un modo u otro- casi un centenar de documentales en TVE.
“Soy sordo como debe ser todo buen aragonés“
A principios de este año hice la primera llamada telefónica a Isabel Vigiola, esposa de Antonio (este ya no hablaba por teléfono debido a su sordera. "Soy sordo como debe ser todo buen aragonés", decía en referencia a Goya y Buñuel). Isabel, como siempre, fue al grano: "acepto porque eres tú. Hemos rechazado otras propuestas televisivas."
El principio del fin
En otoño de 2011 se había encendido una luz ámbar entre los mingotianos, cuando ABC publicó en su sección "La tercera" (el espacio reservado a las grandes firmas) lo que en principio era una carta privada de Mingote al director de su periódico, en la que pedía el relevo inmediato.
De no poder ser así -proseguía el dibujante- "no me comprometo a seguir mandando un dibujo todos los días". ABC aceptó sus condiciones y, hasta la fecha de su fallecimiento, el diario combinó "refritos" (en el lenguaje doméstico de Antonio e Isabel esta denominación corresponde a piezas republicadas, con alguna variación o sin ella) con viñetas inéditas.
“Nuestro documental presenta unas imágenes de Mingote dibujando el que sería el último inédito que publicó ABC“
Precisamente, nuestro documental presenta unas imágenes de Mingote dibujando el que sería el último inédito que publicó ABC. La filmación la realizó, con su teléfono móvil, José Antonio Pérez, conocido en la familia como el ahijadito de Antonio.
Más tarde, Isabel Vigiola mostró ante nuestra cámara los últimos bocetos de los dibujos que Mingote pensaba mandar al equipo médico responsable del tratamiento de radioterapia que recibió pocas semanas antes de morir.
Con Antonio Mingote, de cerca
Durante la primera conversación, Isabel se mostró muy preocupada por la salud de su marido, pero, pese a todo, acordamos una visita para que les explicara el proyecto. El 18 de enero de 2012 me senté ante el matrimonio.
“Le propuse iniciar el documental viéndole trazar sobre el papel la silueta de la Punta, la conocidísima iglesia de Sitges, su lugar de nacimiento“
Pese a que yo sabía de antemano que Antonio ya no quería convivir con la obligación de dibujar, le propuse iniciar el documental viéndole trazar sobre el papel la silueta de la Punta, la conocidísima iglesia de Sitges, su lugar de nacimiento, para explicar a continuación que el dibujante, que parecía tan madrileño como el oso y el madroño, había nacido en la localidad barcelonesa; asunto que sigue sorprendiendo a todos los que lo escuchan por primera vez. Antonio aceptó sin pestañear.
La conversación duró dos horas y cuarto. Jamás, en los veinticinco años que llevo en TVE, una entrevista de prospección (esto es: cuando los periodistas de televisión vamos sin cámara) se había alargado tanto. Y hago constar que me retiré para dar consistencia a mi falsa excusa ante la invitación de quedarme a comer, con la que Isabel llevaba insistiendo hacía rato.
Por encima de todo, prefiero que se me recuerde como una persona discreta. Y en relación a un pariente al que voy a convertir en sujeto periodístico, más si cabe.
El humor, según Mingote
Salí muy animado de aquella visita. Antonio parecía divertido contestando a mis preguntas. Yo me deleitaba ante las apostillas que añadía Isabel. Varias veces entraron en cariñosa polémica por nimiedades y, ante esto, mis lóbulos cerebrales percibieron que lo que debía ser el hilo conductor del documental -una entrevista en profundidad a Antonio- también debería incluir los pellizcos verbales de su esposa. Esta era una imagen muy típica de la pareja y pensé que sería interesante que este fragmento de pulpa de vida trascendiera del ámbito familiar.
“¡Qué inmenso placer para un pedagogo haberse convertido en discípulo de sus alumnos!“
Entre los apuntes que tomé durante la entrevista destaco la pasión que sentía Mingote por nuestro antepasado común, don Esteban (fallecido en 1939), maestro de escuela y jefe de los carlistas sitgetanos quien, al publicar un trabajo de campo de sus alumnos sobre el municipio donde ejercía su labor, escribió: "Qué inmenso placer para un pedagogo haberse convertido en discípulo de sus alumnos". Recuerdo hoy el relato de Antonio sobre el abuelo y aún se me eriza el pelo. Naturalmente, este detalle no entraría en la materia del documental, pero me ayudó a fijar el retrato que pretendía hacer del personaje.
“Pretendo hacer humor, no chistes “
Recuerdo también su risa: franca, viril, nada impostada y su frase "yo pretendo hacer humor, no chistes", aseveración que se convirtió automáticamente en la brújula de mi trabajo que, en importante parte, ha consistido en seleccionar y presentar en el documental una cincuentena de obras de Mingote, entre las 2.500 con las que he lidiado, un 10% de lo que publicó en ABC.
“El humor es la esencia que contiene la viñeta a la que no afecta el paso de los años “
Entendí que el humor es la esencia que contiene la viñeta a la que no afecta el paso de los años y que el chiste es un artificio coyuntural que acaba siendo devorado por la actualidad que lo genera.
Después de dos aplazamientos, por razones de salud, fijamos la fecha de la entrevista filmada para el miércoles 28 de marzo, el día que Antonio Mingote ingresaba por última vez en el hospital... Afortunadamente -palabra, reconozco, inapropiada en este contexto- pudimos hacer una aproximación al mundo de Mingote, dejando aparte sus ingentes trabajos y apariciones en TVE (que también presentamos en el documental), a través de Isabel Vigiola, ya viuda, que me ofreció una entrevista al menos tres semanas antes de que mi pudor y discreción se la propusieran, de Carlos, Pablo y Héctor Mingote, hijo y nietos, respectivamente; de Bieto Rubido, su último director en ABC; Luis María Anson, exdirector del mismo periódico; Alfonso Ussía, periodista, escritor, y amiguísimo de Antonio; Forges y Peridis, humoristas de la competencia; y así hasta llegar a contar con la colaboración de más de treinta personas.
El 'imprescindible' Antonio Mingote
Una serie de documentales sobre los personajes más destacados de la cultura española del siglo XX.
Se emite cada viernes, a las 21.00 horas, en La 2 y en RTVE.es.
Mingote, tomarse el humor muy en serio es un recorrido a través de la obra y la biografía del dibujante Antonio Mingote, fallecido en el mes de abril de 2012, a los 93 años.