Mireia abandona los fogones pero su sonrisa no se apaga
- Pablo resurge en las cocinas y Kevin vive su martes negro
- Sally declara la guerra a Carlos, su principal rival a batir
- Vuelve a ver el programa 6 completo en RTVE.es
Mireia fue la quinta eliminada de MasterChef en una noche llena de emoción, llantos y mucho amor. La murciana, que la semana pasada sorprendió al jurado con un magnífico postre, falló con la cocina de aprovechamiento.
El reto de la Eliminación consistía en elaborar un plato brillante sacando el máximo partido a las sobras de comida. Lamentable, fallido y repugnante fueron algunos de los calificativos que los chefs utilizaron para valorar el trabajo de la joven.
"Malo, malo. Si alguien tiene que hacer un plato de aprovechamiento con esto, le sale veneno", dijo Jordi Cruz, que fue el más crítico.
“Hay que sonreír a la vida“
Mireia dejó las cocinas con mucha pena porque termina su sueño, pero con una gran sonrisa. "A la vida hay que ponerle actitud y si algo he aprendido de mi familia es que hay que sonreírle a la vida", señaló la eliminada.
Para Andrea se va uno de sus pilares fundamentales. "Era como mi hermana mayor. Me corto constantemente y siempre me cura ella", lamentó la cuqui aspirante.
Ahora, Mireia piensa seguir formándose para en un futuro abrir su propia pastelería, donde haya tartas, dulces, cupcakes y en la que imparta talleres de repostería.
¡Ah! Y busca novio. Eva González abrió el casting para que Mireia encuentre a su hombre. Requisitos: ser guapo, divertido, progresista y que le guste la música indie.
La noche más romántica
MasterChef celebró la noche más romántica de la temporada y dio la oportunidad a los aspirantes de estar más cerca de sus parejas. Mireia fue la única que no recibió la carta de su enamorado pero no se quedó sin mensaje de amor y del más grande, el de su padre. Un momento muy emotivo que hizo llorar a Eva González e incluso al jurado.
Los aspirantes se emocionaron al leer las palabras de sus seres queridos, pero también fue uno de los momentos más cómicos de la noche gracias al arte de Antonio y la carta de su novia.
Carrillera de la abuelita Pura, triunfazo
Fue la noche del amor y la noche de Antonio. El sevillano triunfó en la primera prueba gracias a la receta de carrillera al vino tinto que aprendió de su abuela Pura, a la que le dedicó el plato.
Antonio fue uno de los capitanes en la Prueba por equipos, que tuvo lugar en Platea, un espacio gourmet y de ocio situado en la Plaza de Colón de Madrid. Este fue el reto más complicado de la historia de MasterChef en el que los aspirantes tuvieron que preparar 1.200 tapas en 130 minutos.
Y la presión aumentó con la presencia en cocinas de los chefs que diseñaron las elaboraciones Ramón Freixa, Marcos Morán, Paco Roncero y Pepe Solla. Además, cocinaron para los comensales más exigentes: 100 representantes del mundo de la moda española.
Los nervios se apoderaron de Pablo una semana más y se mostró lento, torpe e histérico en los fogones. La elaboración de la que se encargaba era la más sencilla y aún así no acertó. "Tienes que luchar con sentido, con cabeza y desde el minuto uno", le aconsejó Pepe Rodríguez. Pablo posee ya el título oficial de Llorón de MasterChef.
Mila dirigió el equipo rojo y en más de una ocasión sacó el látigo a Pablo. La valenciana se esforzó y trabajó duro en la prueba, pero no fue una buena líder de grupo ya que se centró sólo en su tarea.
Por todo esto el jurado decidió valorar a los aspirantes de manera individual y no por equipos. De los chicos se salvaron Víctor, porque se deja el alma por su grupo; Fidel, por el entusiasmo que muestra en todo lo que hace y Antonio, porque al final supo coger las riendas del equipo.
Sally y Andrea tampoco tuvieron que colgarse el delantal negro. La paraguaya fue la mejor de todos los aspirantes en Platea y la cuqui logró por fin librarse de la Prueba de Eliminación gracias a su compañerismo y solidaridad.
Estalla la Guerra de los Cuchillos
Carlos ha vuelto al podio de los favoritos. Aunque la semana pasada falló en varias ocasiones, el manchego ha dejado con la boca abierta a los chefs en su primera Prueba de Eliminación.
Es currante, positivo, piensa como cocinero y nadie le gana en el emplatado. ¡Carlos es MAGIA!
Todos ven a Carlos como el rival a batir, sobre todo Sally, que ya le ha declarado la guerra abiertamente. "Es un enemigo muy fuerte en el programa. Siempre quiero que le vaya mal", afirma la paraguaya. Eso sí, es una competición sana y con admiración.
Lidia también fue de las mejores en la Eliminación. La nutricionista ha sucumbido al lado oscuro y ya utiliza carne en sus platos, como en la receta de ternera y cerdo agridulce.
El tercer mejor plato fue... ¡Pablo! Cuando parecía que estaba perdido, el karateka dio el golpe definitivo.
¿Quién ocupará su puesto entre los peores aspirantes? De momento todas las papeletas las tiene Kevin. Fue el Martes Negro del catalán que cocinó con desidia, negatividad y una actitud vergonzosa frente a Freixa.
Padre de la gastronomía española
El sexto programa nos dejó el mejor sabor de boca con la visita de Juan Mari Arzak, uno de los padres de la gastronomía española. El chef tres estrellas Michelin dio una lección de cocina y de vida, dejando patente por qué es tan admirado por la profesión. Su discurso denotó el amor por el oficio que le ha llevado a ser un dios de la cocina mundial.