Enlaces accesibilidad

Etiquetas en los alimentos: las 5 cosas que debes mirar

  • Cuando compras un producto ¿entiendes todo lo que pone en el envase o parece un jeroglífico?
  • Para el nutricionista Aitor Sánchez la información de los envases es "objetiva para también engañosa"
  • En este vídeo te damos algunas claves a tener en cuenta en el súper

Por
Aitor Sánchez: las etiquetas de los envases

A finales del año pasado entró en vigor un reglamento sobre la información alimentaria facilitada al consumidor en los envases, con el objetivo de que las etiquetas fuesen más claras y comprensibles. Vamos… que no parezca una incógnita matemática o un jeroglífico digno de un museo de Egipto.

Pero, a pesar de esta medida, entender bien algunas etiquetas de los productos que encontramos en el súper nos cuesta… y mucho. Eso es lo que opina Aitor Sánchez (Dietista-Nutricionista, Tecnólogo Alimentario y autor del famoso blog Mi dieta cojea), quien habla de "información engañosa", puesto que "necesitamos un adiestramiento grande" para poder entenderla.

Y al problema de la dificultad se suman los datos de una reciente encuesta de la consultora Berbés Asociados que asegura que casi un 20% de los españoles no leen las etiquetas de los alimentos que consumen. Tanto si te unes a este grupo como si no, te conviene seguir leyendo… Aitor Sánchez en este vídeo nos da algunas claves para comprender bien lo que nos llevamos a la boca y demuestra que merece la pena dedicar un poco de esfuerzo y un par de minutos en el súper (total, la cola te la vas a encontrar igual...).

Las 5 claves

1- Los aditivos no son el malo de la película

En ocasiones, cuando vemos en una etiqueta una E seguida de números, saltan las alarmas. Nos parece pura química y absolutamente perjudiciales. Pero tal y como nos explica Aitor Sánchez, puede ser sustancias naturales y no perjudiciales en las cantidades en que las tomamos.

Para que sepas un poco lo que compras puedes tener en cuenta, por ejemplo, que los colorantes se sitúan entre E-100 y E-199 o que los conservantes irían hasta el E-299. También antioxidantes y reguladores de acidez (E-300-399), estabilizantes (E-400-E-499) o potenciadores del sabor (E-600-E-699).

2 – Ni todo es tan integral...

No solo hay que mirar la cantidad de fibra (algo muy en auge ahora que se acerca la operación bikini). Si nuestros cereales provienen de cereal refinado no es del todo verdad lo que nos están vendiendo. Debemos comprobar que el cereal es integral...

3 – ...ni es oro todo el aceite que reluce

En muchos productos encontrarás una consigna que se repite como un mantra: "elaborado con aceite de oliva virgen extra". Y es cierto, ¿pero cuál es el porcentaje? A veces se mezclan con otros aceites refinados, y esa información debe estar en la etiqueta.

4 – ¿Receta de la abuela? ¿De qué abuela?

Para Aitor Sánchez los productos con el eslogan "receta casera" o "receta de la abuela" o similares son para él "bastante engañosos". No hay una normativa dura en este sentido y debemos estar muy pendientes para conocer hasta qué punto esa receta es casera y contiene lo que nos venden.

5 – Ojo con los productos para niños

En muchos casos nos encontramos con productos infantiles 'sin huevo', 'sin gluten'...sobre todo por el tema de las alergias y para tranquilizar a los padres. Pero esos mismos productos a veces nos sorprenden con grandes cantidades de azúcar o grasas poco saludables (aceites de palma, grasas hidrogenadas). E incluso el envoltorio se hace pensando en atraer a los niños y hay veces en las que ni sabemos lo que estamos comprando. ¿Te ha ocurrido alguna vez?