Mila cuelga por segunda vez el delantal de MasterChef
- Lidia se muestra agotada y se queda al borde de la eliminación
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FERNANDO MACÍAS
Mila colgó por segunda vez el delantal de MasterChef tras cometer los mismos errores del pasado. La valenciana entró con mucha energía en la repescada, dispuesta a llegar a la final, pero su fuerza se disipó enseguida y fue incapaz de alcanzar el nivel de sus compañeros.
"Te has mostrado insegura en la Prueba de eliminación y tu cocina es desordenada y caótica. No puedes cometer tantos errores a estas alturas", criticó el jurado.
Fue un mal día para Mila ya que estuvo desacertada en todos los retos del programa. En el primero, le faltó sobor, alma, a su elaboración y en la Prueba por equipos estuvo lenta, tanto que los chefs tuvieron que entrar en las cocinas para sacar las elaboraciones a tiempo. Y ni con esas lo consiguieron.
Pese a todo, Mila abandonó las cocinas con la vitalidad y la elegancia que le caracteriza. "MasterChef ha supuesto un sueño cumplido, un renacer. Y voy a seguir tan guerrera como siempre", apostilló la eliminada.
El maestro Martín Berasategui, que ostenta siete estrellas Michelin en tres de sus restaurantes, visitó el plató y le abrió a Mila las puertas de su casa para que aprenda cómo funciona una cocina profesional. Todo un lujo que, seguro, la aspirante aprovechará.
¿El ocaso de Lidia?
Después de varias semanas sorprendiéndonos y en con una trayectoria ascendente, Lidia parece que ha tocado techo. La nutricionista vivió una de sus peores noches y estuvo al borde de la Eliminación.
"He pasado un mal trago. A pesar de ser mi octava la Prueba de eliminación es la primera vez que estoy entre los peores platos", afirmó Lidia, que se mostró derrotaba durante todo el programa.
La constelación Michelin
Todo esto en una noche galáctica, en la que las cocinas de MasterChef brillaron con la luz de 35 de los mejores cocineros de España. Dani García, Francis Paniego, Nacho Manzano, Soledad Ballester, Macarena de Castro y Ricardo Sanz fueron algunos de los chefs con estrella Michelin que asistieron al programa y degustaron las elaboraciones de los aspirantes.
Un momento inolvidable para los concursantes y si no que se lo pregunten a Sally, que se emocionó al ver a María Marte, chef del restaurante Club Allard (Madrid) con dos estrellas Michelin.
El aspirante que tocó el cielo en este reto fue Kevin, que sedujo a los 35 exigentes paladares con una receta de buey a la borgoñona. El catalán clavó el guiso de esta elaboración y consiguió el delantal dorado, que le dio la inmunidad y el pase directo a la semifinal del programa. ¡Ojito con Kevin!
"Estoy fastidiada porque le dieron el delantal a Kevin y yo lo merezco más que él, soy más currante que él y tengo una trayectoria mejor que él", declaró Sally.
Un maestro de maestros
La guinda del pastel fue Martín Berasategui, que demostró su grandeza tanto en la cocina como fuera de ella, con una personalidad única que 'enamoró' a los concursantes. A pesar de ser el chef que más estrellas Michelin reúne del país, tiene una actitud humilde, lleno de ilusión y con absoluta devoción al oficio. ¡Garrote!
La Prueba de eliminación fue el reto más complicado de la temporada: los delantales negros tuvieron que reproducir la receta de salmonete con aire de tomate y vodka del chef vasco. La mayor dificultad no estaba en conocer las técnicas para cocinar el plato, sino en prepararlo al mismo tiempo que Berasategui.
El chef le contó a los aspirantes las claves del éxito: perseverancia, esfuerzo y disfrutar con lo que se hace. "No hay victoria sin sacrificio", dijo.
La carrera hacia la final
Falta muy poco para conocer el nombre del próximo MasterChef España y la competición se pone cada vez más interesante. Carlos y Sally, que se habían dormido en los laureles, han vuelto a ponerse las pilas. En la prueba de exteriores, el azar quiso que formaran equipo y triunfaron con dos postres: parfait de almendras y flan de jengibre y sopa de yogurt.
El reto se desarrolló en el Sha Wellnes Clinic (Alicante), uno de los mejores spa del mundo y pionera en el uso de la cocina macrobiótica como base nutricional. Los concursantes aprendieron más sobre este tipo de cocina y trabajaron con alimentos orgánicos naturales.
El resultado del trabajo constante
Andrea y Antonio son el claro ejemplo de cómo con constancia y ganas se puede llegar lejos. Al principio no entraban en las quinielas de los favoritos, pero su tesón les ha llevado a las puertas de la final.
La modelo se ha ganado el favor del jurado, que decidió salvarla de la Eliminación aun sin estar en el equipo ganador. Su valentía y lucha en los fogones le hicieron conservar el delantal blanco y meterse en la semifinal del programa.
Por su parte, Antonio es el aspirante que más ha progresado en el programa. Su único freno es la falta de confianza en sí mismo, que poco a poco se va disolviendo. El despegue final sólo depende de él.
Y la semana que viene...
El próximo martes llega... ¡la semifinal! Sólo quedan seis aspirantes y quedarse en MasterChef se complica. Dos de ellos se quedarán a un paso de la gran final del programa ¿quiénes serán? Hagan sus apuestas.
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