'En Busca de Djehuty: entre momias, tumbas y jeroglíficos'
- Recoge los descubrimientos de las 13 últimas campañas del Proyecto Djehuty en Luxor
- Los hallazgos del Proyecto Djehuty se han grabado en directo
- Directores: Javier Trueba y José Latova
- Investigador e impulsor del proyecto: José Manuel Galán
“Que mi buen nombre esté delante de la gente, de quienes vengan después de los años y que ellos me dirijan oraciones en cada ocasión, con los favores del dios de la ciudad.”
Epíteto funerario del Libro de los Muertos.
El escriba sin nombre y sin rostro
En el Antiguo Egipto, el rostro y el nombre eran dos señas de identidad necesarias para ser recordado, el salvoconducto para viajar a la vida eterna. Para los egipcios, todo lo que se nombraba existía y todo lo que se escribía, existía para siempre. Sin embargo, existió un hombre condenado no haber existido: su rostro y su nombre fue borrado sistemáticamente hace 3.500 años para impedir su recuerdo. ¿Quién fue este personaje? ¿Por qué fue condenado al olvido: la verdadera muerte de los muertos?
Esta incógnita impulsó a José Manuel Galán, profesor de investigación del Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo del CSIC, a impulsar el Proyecto Djehuty. Una misión arqueológica iniciada en el año 2002 con la intención de restituir el nombre de este misterioso personaje, Djehuty, el supervisor del tesoro y de los trabajos del rey, cuyo enterramiento se sitúa al pie de la colina de Dra Abu el-Naga, en una de las necrópolis de la orilla oeste de la antigua Tebas, en la región de Luxor.
Una excavación de dimensiones faraónicas
Lo que se inició como un modesto proyecto para estudiar la tumba de Djehuty, perteneciente a la XVIII Dinastía, se ha transformado a lo largo de estos últimos años en el descubrimiento de una gran necrópolis, utilizada desde el año 2000 a.C. por los egipcios de la XI Dinastía, hasta época grecorromana, en el siglo II a.C.Un reducido espacio donde se acumulan casi 2.000 años de historia y que ha ido revelando sus secretos poco a poco, a lo largo de 13 campañas arqueológica que no paran de dar sorpresas.
El documental En busca de Djehuty: entre momias, tumbas y jeroglíficos, es un relato de un viaje al pasado, una búsqueda de las huellas del gran escriba real Djehuty, supervisor del tesoro y de los trabajos de la reina Hatshepsut, la primera mujer que rompió normas y tradiciones hasta coronarse como reina faraona del Alto y Bajo Egipto durante 22 años, en la dinastía XVIII, en torno al año 1470 a.C.
La cinta de 55 minutos toma como punto de partida a la figura de Djehuty y en su búsqueda van apareciendo otros personajes de distintas épocas, ocurren hallazgos inesperados y descubrimientos singulares que han sido filmados en directo y que consiguen que el espectador viva en primera persona la excavación de un yacimiento arqueológico del antiguo Egipto.
"Los hallazgos del Proyecto Djehuty se han grabado en directo"
Javier Trueba, director junto con José Latova de este documental, se vió claramente contagiado de la pasión con la que Manuel Galán y su equipo viven las investigaciones. “Fue un gran acierto y mucha suerte poder rodar en directo hallazgos tan importantes. Esto nos ha permitido hacer algo completamente distinto y se nota.” Para el reputado cineasta de documentales científicos, “lo más difícil, sin duda, ha sido descartar el material excedente que continuamente aparece en esta necrópolis.”
Y es que el proyecto español, que aúna el trabajo y la experiencia de un gran equipo internacional, apoyados por el Consejo Superior de Investigaciones (CSIC) y patrocinados por Unión Fenosa Gas, aún tiene un largo camino por recorrer, como ya declaró José Manuél Galán tras finalizar su undécima expedición en un encuentro digital en RTVE.es: “Lo que nos queda por delante es todavía más esperanzador y más prometedor.”
El estreno del documental En Busca de Djehuty contará con la presencia de los directores, Javier Trueba y José Latova, y del investigador José Manuel Galán, el próximo 24 de septiembre en Cineteca Madrid. En un acto que no sólo supone la presentación de esta apasionante cinta, sino la devolución de su nombre al escriba Djehuty y, con ello, lo que él más ansiaba: vivir eternamente.