Las diez fotos de la infancia de Mario Casas
- Mario Casas nos habla de su familia y amigos en 'En la tuya o en la mía'
- Recuerda su infancia como "maravillosa"
Mario Casas, uno de los actores de moda en España, nos habló en el último programa de ‘En la tuya o en la mía’ sobre su infancia, su familia y sus primeros años en Madrid.
Nació en La Coruña, aunque muy pequeño, con solo 4 añitos, se marchó con su familia a Barcelona. Más tarde, ya con 18 años, emigró a la capital española, en una aventura en la que arrastró a toda su familia con él.
Esta amalgama de lugares en los que ha vivido ha provocado que su acento sea “neutro”, aunque sí que reconoce que cuando va a Galicia, un par de veces al año, se le pega un poco el deje gallego, que aún conservan sus padres pese a llevar 25 años fuera de allí..
Sus padres eran muy jóvenes cuando le tuvieron; su madre, Heidi, solo tenía 17 y su padre, Ramón, 19. Tan solo un año y medio después tuvieron a su hermana, por lo que jovencísimos ya se vieron con dos hijos. Para Mario, su padre es su “referente”, mientras que su madre, igual que sus hermanos, son sus “confidentes”.
Su madre se ha dedicado a criar a sus hijos, mientras que su padre es ebanista, aunque también ha realizado trabajos de construcción y reformas. A causa de este trabajo, su padre no tuvo problemas para trasladarse a otra ciudad, por lo que decidieron acompañar a Mario cuando se marchó a Madrid e instalarse con él en la ciudad.
Mario tiene cuatro hermanos más, formando lo que define como “una familia de corte siciliano”, una familia con muchos hijos establecida alrededor de una “matriarca”. Mario, con sus 29 años, es el mayor de todos. Le siguen su hermana Sheila, de 28, y otros dos hermanos de 23 y 17, llamados Christian y Óscar. Por último, el benjamín de la familia, Daniel, que tiene solo un año y medio, y al que considera casi como su “sobrino”, por la enorme diferencia de edad.
Se lleva bien con todos ellos, aunque especialmente con su hermana Sheila, ya que han crecido juntos. Se dedica a la abogacía y ahora se encuentra viviendo en Malta durante unos meses antes de irse a Los Ángeles. Mario, fiel amante de los tatuajes, tiene uno dedicado a cada uno de sus progenitores y hermanos, con las iniciales de cada uno.
Recuerda su infancia como “maravillosa”, aunque lo pasaba un poco mal porque le daban “mucha caña” por ser bajito, incluso las chicas. Se desarrolló muy tarde, hasta los 15 años siguió teniendo cuerpo de niño. Aún así, siempre ha sido un ligón, y tuvo a su primera “novia” con solo 4 años.
De pequeño le gustaba de todo: cantar, bailar, el ping-pong, el fútbol… Dice que le gustaba “tocar todos los palos”, aunque reconoce que se cansaba rápido. Su carrera profesional empezó como “niño de anuncio”, ya que de pequeño se dedicaba a los anuncios publicitarios. Hizo publicidad de Cola Cao, Telepizza, Scalextric…
También conserva amigos de “toda la vida”, desde el colegio. Son los que hizo cuando llegó a Barcelona y han estado siempre con él. Según sus palabras son aquellos que “si descarrilas te dan un toque”, verdaderos amigos que puede contar con los dedos de una mano.