La vida de Plácido Domingo en 12 imágenes
- Plácido recuerda su infancia y sus inicios en la música en 'En la tuya o en la mía'
- También habla sobre su relación con su familia
Plácido Domingo, en este último programa de ‘En la tuya o en la mía’, ha repasado sus comienzos en la música, sus relaciones familiares y su infancia. Una infancia repartida entre España y México, país al que se trasladó con su familia cuando era niño y dónde comenzó su carrera musical, a la que estaba casi predestinado, ya que es hijo de dos cantantes de zarzuela.
Dice que tuvo una infancia muy normal, en Madrid, con sus padres, aunque dedicaban su vida a la zarzuela y viajaban mucho. Cuando viajaban, él se quedaba con una tía, hermana de su madre, y sus hijos. En el último de estos viajes estuvo 2 años sin ver a sus padres, pues se marcharon de tourné por Latinoamérica. Al final de la misma, decidieron asentarse en México, llevarse con ellos a sus hijos y crear allí una compañía musical.
Plácido llegó a México en el año 1949, tres días antes de cumplir 8 años, junto con su hermana María José. No volvió a España hasta los 23, mientras que sus padres ya se establecieron allí de por vida. Aunque dice que es muy bonito haber vivido en tantos lugares del mundo, por otra parte añora no haber podido vivir siempre en España.
Su madre, Pepita Embil, llegó a ser muy famosa en México, donde la llamaban “La reina de la zarzuela”. Era de Guetaria, un pueblo de la provincia de Guipúzcoa al que solían ir en verano. Plácido recuerda especialmente a un arcipreste del pueblo que era tío de su madre y que decía las misas casi como si fuera una ópera. Él fue la razón por la que su madre se aficionó a la música.
Por su parte, su padre, zaragozano y con el que Plácido comparte nombre, también se dedicó a la zarzuela. Era cantante pero perdió la voz muy joven por culpa de un catarro mal curado, y se dedicó a ser simplemente actor de zarzuela y director de escena.
El cambio a México fue difícil, porque los chicos al principio se burlaban de él. Comenzó a integrarse jugando al fútbol como portero "medianamente bien" en un equipo con otros chicos. De ahí nace otra de sus pasiones, el fútbol, especialmente el Real Madrid. Confiesa sin reparos que le hubiera gustado ser futbolista o torero, “como cualquier español”.
Empezó a sentir interés por la música desde pequeño, cuando llega a México le ilusiona mucho ir al teatro a ver a sus padres. Lo hacía por voluntad propia, pese a que sus padres en principio no quisieran porque tenía que ir al colegio al día siguiente. Alguna vez llegó a hacer de figurante, como un niño que atraviesa el escenario. Estudió piano desde los 8 años y empezó a cantar muy pronto, con 16.
Su primer trabajo fue hacer arreglos para varios cantantes mexicanos. Además también tocaba el piano en un centro nocturno. Más tarde comenzó a dirigir los coros con sus padres en la zarzuela, y hacer algunas pequeñas partes. Después ayudaba a poner la música en el foso de la orquesta e incluso llegó a dirigirla. La primera obra que cantó fue 'Los molinos de viento', en Guadalajara, México, con sus padres y tan solo 16 años.
A los 16 años se casó por primera vez, con la pianista mexicana Ana María Guerra Cué, en secreto y a espaldas de sus padres, que estaban temporalmente en España. Un año después, con solo 17, ya tenía un hijo y se había divorciado.
Luego se volvió a casar a los 21 años con Marta Ornelas, una soprano a la que conoció en sus tiempos de conservatorio. Dice que era “la niña bonita” del conservatorio y le llevó tiempo conquistarla. El matrimonio ha cumplido ya sus bodas de oro.
En esta ocasión la boda no fue secreta, aunque en principio la madre de ella no estaba muy contenta con él, y le calificaba de "frívolo" por tener ya un hijo y estar divorciado. Se la ganó yendo a su casa a cantarle serenatas a su hija, aunque los vecinos llamaban siempre a la policía. Al final se hizo costumbre y la policía iba solo a escucharle cantar.
Después de casarse se fueron a Israel a cantar ópera, donde estuvieron dos años y medio e hicieron 280 funciones. Tenía un repertorio bastante grande de obras, que cantaba con su mujer: Carmen, Fausto, La Bohème… Sin embargo Marta dejó la carrera cuando se fueron de Israel porque se dio cuenta de que con la proyección de Placido no era necesario que los dos hicieran carrera en la música y así podría dedicarse a los niños, que eran su prioridad.
Tras irse de Israel se instalaron en Barcelona durante 8 años, mientras sus hijos eran pequeños. Reconoce que era muy duro porque Marta tenía que repartir su tiempo entre los hijos y Plácido, que podría estar en Viena o cualquier otro lugar de Europa. Tenían que ir y venir los fines de semana para poder verse.
Plácido tiene tres hijos en total. El primero de su primer matrimonio, José Plácido, que tiene 57 años. Luego tuvo otros dos hijos, Placido y Álvaro, de 50 y 47 años respectivamente. Tiene también ocho nietos, y confiesa que le encanta ejercer de abuelo.