María Pedroviejo es la enfermera Pepa Monteoliva

• Pepa es cariñosa, educada, cálida, profesional y organizada
• Su vocación la ha enfrentado con su familia

María Pedroviejo es la enfermera Pepa Monteoliva

Pepa es una enfermera de 35 años que ha estado trabajando desde que terminó la carrera. Es cariñosa, educada y cálida con los pacientes. Profesional y organizada, no se salta ni un paso en el protocolo médico.

Su preparación va más allá de los años de carrera y su experiencia profesional, ya que en sus vacaciones colabora con multitud de ONG's en distintos países. Recientemente ha estado un mes en Haití ayudando a las víctimas del terremoto.

Pepa decidió que quería ser enfermera a los 11 años, cuando su madre le dijo que tenía cáncer. Durante los siguientes cinco años, Pepa estuvo conviviendo con la enfermedad y aprendiendo cómo ayudar a su madre a sobrellevarla. Este es el origen de que Pepa sea tan empática con el dolor ajeno, con los pacientes que sufren…

Una vida familiar complicada

Su madre falleció cuando ella era una adolescente. A partir de entonces, su única razón en la vida ha sido ayudar a gente que pase por la misma situación que ella vivió.

De familia acomodada, su padre esperaba de ella que hubiera estudiado económicas, derecho o empresariales, como sus hermanos, y que se hubiera incorporado a alguna de las empresas familiares, pero ella se decantó por la enfermería.

Su vocación la ha enfrentado con su familia, que no entiende que se dedique en cuerpo y alma a los pacientes antes que dedicarle más tiempo a su propia familia.

Mantiene una relación estable con un chico de clase media desde hace un par de años. Pero no tiene planes de futuro ni la necesidad vital de tener hijos.

Su debilidad es el chocolate, y no es raro verla tomando chocolatinas en los pasillos del hospital.