Noche "sangrienta" en MasterChef con la expulsión de Aniuska
- La atleta cocinó una "bomba de sangre", el peor plato de la historia del programa
- José Luis, el pintor de Albacete, se gana el cariño del jurado y de las redes
- David despunta como el mejor de la noche, aunque recibe un premio envenenado
Aniuska protagonizó una auténtica película de terror en MasterChef con el peor final: la expulsión. La atleta fue la primera en abandonar las cocinas por presentar un plato tan feo como repugnante, la bomba de sangre, que está a la altura del León come gamba. Al menos el de Alberto tenía gracia. Juzguen ustedes mismos.
La bomba de sangre, o mejor dicho, la bomba contra la salud pública no había por donde cogerla. Pero las críticas del jurado fueron más allá del plato: Aniuska dejó las cocinas "ensangrentadas" y su comportamiento fue propio de La hija del Exorcista. "Si eres inteligente, lo mejor que puedes aprender hoy es a gestionar el fracaso", sentenció Jordi Cruz.
Los primeros favoritos
La competición no ha hecho más que empezar y los aspirantes ya han comprobado que esta es la edición más dura del talent. Talento, trabajo y humildad son las claves para alcanzar la meta: ser el próximo MasterChef España.
Por este camino va José Luis, que viene con ganas de aprender y en tan sólo una semana ha evolucionado... al menos en el emplatado. El pintor de Albacete nos arrancó una carcajada durante la Prueba de Eliminación por su sencillez y naturalidad. Fue el momento más divertido y promete regalarnos muchos más. En las redes sociales ya lo adoran.
Pero si hubo un aspirante que brillo en el programa fue David. El de Castro Urdiales mostró gran nivel culinario en la primera prueba con su crema de puerros con calamar relleno y fue el capitán del equipo ganador. Y como "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", David tuvo que decidir a quién beneficiar y a quién perjudicar en la Prueba de Eliminación.
Se presentaba como un chico risueño, que casi nunca está triste (como su padre afirmó), sin embargo David rompió a llorar tras asignar las cestas a sus compañeros. Y emocionó a la audiencia. Yo desde ya, Castrener.
En el punto de mira
Según Rocío, el jurado la tiene entre ceja y ceja, porque siempre recibe duras críticas. Más que manía se podría decir que son toques de atención para que muestre todo su potencial. Y funcionó, porque la catalana elaboró uno de las mejores recetas de la noche: sambódromo de frutos rojos con crema de maíz.
A Salva también le pararon los pies por una actitud pretenciosa y a Pablo le aconsejaron que escuche al equipo, porque sólo así es posible avanzar.
Otro gesto que los chefs no vieron con buenos ojos fue que cuando Raquel decidió salvarse a ella misma de la Eliminación en vez de a otro compañero (como a su hermana Virginia). La gemela, como capitana, fue la responsable de que su equipo estuviese en zona de peligro y, por tanto, debería haber asumido las consecuencias.
Invitados muy especiales
A pesar de los nervios y la presión, también hubo tiempo para el "buen rollo". Aspirantes de ediciones anteriores de MasterChef volvieron a las cocinas para aconsejar a los nuevos concursantes. Juan Manuel, Vicky, Mateo, Fabián, Cristóbal, Andrea, José David, Maribel, Fidel, Celia, Jorge, José Luis, Efrén, Encina y Churra les dieron algunas pistas para prosperar en el programa.
Y como siempre vimos un nuevo capítulo de la relación de amor-odio entre Pepe y Jordi. Al catalán se lo llevaban los demonios al ver a su compañero flirteando con su madre. "Sería divertido que algún día me tuvieras que llamar Papá", bromeaba Pepe. Además descubrimos parte del pasado de Jordi... ¡Veía ovnis!