Los aspirantes cocinarán para unos comensales únicos: sus madres
- Viajan a Narbonne para trabajar en uno de los buffets más grandes de Europa
- Al final, los aspirantes tendrán que usar "cabezas" en la subasta
Esta semana el jurado tiene preparada una sorpresa muy especial para que los aspirantes cojan fuerza para seguir en la competición. Sus madres visitarán el plató de MasterChef y catarán las elaboraciones de los concursantes. ¿Reconocerán el plato de sus hijos?
En la prueba de exteriores, MasterChef viaja a Narbonne, al sur de Francia, donde los aspirantes trabajarán en las cocinas de Les Grands Buffets, uno de los buffets más grandes de Europa con capacidad para 500 personas.
Al final de la noche, los delantales negros tendrán que ser más estrategas que nunca y usar bien la cabeza en la subasta de MasterChef. Usar bien la cabeza en todos los sentidos, ya que los productos por los que pujarán son cabeza de cordero, de atún, de atún y de ajo, entre otros.