Dak'art 2016 (I): Reencantamientos
Emisión 29 de mayo de 2016
Metrópolis presenta el primero de dos capítulos dedicados a la 12ª edición de Dak’art, la bienal que, desde 1992, reúne lo más destacado del arte contemporáneo africano en la capital senegalesa. El programa ofrece un recorrido por la exposición central Reencantamientos y una entrevista con Simon Njami, escritor, crítico de arte y comisario de Dak’art 2016.
“La ciudad en un día azul”, así es como imaginó el poeta y primer presidente de Senegal Léopold Sédar Senghor la futura África en un poema escrito en prisión en 1948. Medio siglo después de haber declarado su independencia la mayoría de los países africanos, Simon Njami reclama esa “ciudad en un día azul”, aún por construir, convirtiéndola en lema de Dak’art 2016. Para combatir el pesimismo y el desencanto reinantes en el continente y en el mundo en general, ha concebido Reencantamientos, una exposición que invita a artistas y público a idear estrategias para recuperar la energía, la creatividad y el entusiasmo que caracterizaron África en los años 60 y 70 del siglo XX.
Para reavivar el recuerdo de aquellos años in situ, ha elegido como sede expositiva el antiguo Palais de Justice de Dakar, lugar en el que se celebró en 1966 el Festival Mondial des Arts Négres que incluyó una exposición de arte contemporáneo. Los proyectos especiales de los artistas invitados Fabrice MONTEIRO (Benin/Bélgica/Senegal) y Bili BIDJOCKA (Camerún) ocupan allí dos de las antiguas salas de tribunal. La serie Le texte, le contexte et le pretexte (2015) de Arébénor BASSENE (Senegal) recuerda los primeros africanos que llevaron a Europa sus conocimientos en matemáticas, cartografía, arquitectura y agricultura.
Sammy BALOJI (República Democrática del Congo) representa, mediante un collage fotográfico la estructura interna de una aldea de Lébous situada en un barrio de Dakar afectado por una profunda transformación urbanística y turística, mientras que la Encyclopédie (2011-2015) de Douts NDOYE (Senegal) reúne fragmentos de acontecimientos locales e internacionales de años recientes.
En su instalación Je suis africain/Wŏ shì fēizhōu (2016), François-Xavier GBRÉ (Costa de Marfil/Francia) expone la transversalidad de las culturas en vías de mutación, como la provocada por el avance de productos chinos en el continente. La mezcla entre lo local y lo global está presente en las obras de Gopal DAGNOGO (Costa de Marfil/Francia), Yassine BALBZIOUI (Marruecos) o Samson KAMBALU (Malawi) y Kader ATTIA (Argelia/Francia) propone, en Les rhizomes infinis de la révolution (2016), una reflexión sobre la repercusión, a nivel mundial, de un acontecimiento local.
Con el fin de reencantar el mundo, Simon Njami sugiere recurrir a la magia, en oposición al progreso tecnológico y entendida como la transformación de la realidad de la mano de los artistas que crean obras contemplativas como Theo ESHETU (Reino Unido/Etiopía), Mbaye Babacar DIOUF (Senegal) y Victor EHIKHAMENOR (Nigeria); o artistas que emplean la alquimia como Euridice Getulio KALA (Mozambique) o el ritual, en el caso de Héla AMMAR (Túnez).
Obviamente también hay factores que vienen de tiempo atrás que han provocado el desencanto en África, donde las vidas humanas penden a menudo de un hilo como nos recuerda Yesmine ELMELEEGY (Egipto) con The Fever (2014), mientras que la explotación de sus recursos naturales sigue en manos de empresas extranjeras, hecho reflejado por Anna MAPOUBI (Camerún) en Pipeline (2014). En cuanto a la situación política, a las voces disidentes rara vez se les escucha, tema en torno al que gira Nobody Will Talk About Us (2012-2015) de Mouna KARRAY (Túnez), a la par que en muchos países parece que la historia se repite una y otra vez, tal como lo expresan Hippolyte SAMA (Burkina Faso) en la serie fotográfica Burkina 1987-2014 (2014) o Moataz NASR (Egipto) con la doble video proyección The Echo (2003).
Artistas como Mouna JEMAL SIALA (Túnez) o Bronwyn KATZ (Sudáfrica) plasman sus historias personales en imágenes para fijar en el tiempo hábitos y expresiones culturales a punto de desaparecer, mientras que Aimé NTAKIYICA (Burundi) homenajea a su familia con un árbol genealógico sumamente original. Ala KHEIR (Sudán) revisita su infancia en Jartum y Maurice PEFURA (Camerún) parte de un motivo decorativo centenario para proyectar la ciudad africana del futuro.
Para el comisario una exposición colectiva como Reencantamientos es un buen ejemplo de un esfuerzo colaborativo, modo de trabajar reclamado además en las obras de Akirash AKINDIYA (Nigeria/Estados Unidos), Abdulrazaq AWOFESO (Nigeria), Yo-Yo GONTHIER (Reunión), Henri SAGNA (Senegal) o Folakunle OSHUN (Nigeria).
Trabajos como Un rêve (2015) de Nabil BOUTROS (Egipto/Francia), A hero’s journey to a distant land... (2013) de Lavar MUNROE (Bahamas) y el proyecto especial Raft of Medusa (2016) de Alexis PESKINE (Francia/Brasil) giran en torno a la búsqueda de una vida mejor en otra parte, opción que, en opinión de Njami, debería ser sustituida por una colaboración horizontal emprendida por los propios africanos dentro del continente y así revertir el papel de victimas, tema central de la serie Princesse (2015) de Dalila DALLEAS BOUZAR (Argelia), impulsar la educación implicando a todo el mundo como lo propone Modupeola FADUGBA (Togo/Nigeria) con su instalación itinerante The People’s Algorithm (2014) y empezar a construir espacios armoniosos como el Maqam (2016) de Youssef Limoud (Egipto).
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