Estrellas del crimen
- Hannibal Lecter y Norman Bates son nombres que asociamos al cine y al crimen
- “El silencio de los corderos” crea uno de los asesinos más memorables del cine
- La secuencia famosa de “Psicosis” ha sido imitada y parodiada cientos de veces
La Noche Temática profundiza en la oscura personalidad de dos iconos del crimen cinematográfico.
HANNIBAL LECTER (+16)
Comenzamos nuestra emisión con un documental francés del año 2015. Con una duración de 50 minutos, está dirigido por Caroline Amiard y producido por 13ème RUE.
“El silencio de los corderos”, con Anthony Hopkins, fue el lanzamiento a la fama de Hannibal Lecter, el Caníbal. Es la adaptación a la pantalla de la segunda novela de Thomas Harris, publicada en 1988. Harris era entonces un joven periodista que trabajaba en Nueva York, sobre todo, en las secciones de sucesos de varias revistas. Cuando el escritor oye hablar del nuevo departamento de perfilación criminal, se obsesiona con estas investigaciones atípicas, donde la psiquiatría y el estudio de las aberraciones pasan a un primer plano. A finales de los años 70 consigue, a base de persuasión, obtener la autorización para observar el trabajo de esta unidad. Aquí nace la inspiración que le llevará a crear, unos años más tarde, el personaje de Hannibal Lecter.
Otras cuatro películas más y una serie de televisión sobre el asesino llevan generados casi mil millones de dólares. En el mundo real, el Dr. Lecter se ha convertido en un icono popular que representa al criminal más sanguinario de los tiempos modernos. La máscara de Hannibal es uno de los símbolos que han hecho de él ese icono que será parodiado y readaptado en innumerables ocasiones. Un personaje instantáneamente reconocible. Su máscara es una marca que sintetiza todo lo que el personaje evoca en el espectador. En sus primeros libros, Thomas Harris le da muy poca importancia a la máscara, que describe vagamente como una especie de bozal. En el rodaje de “El silencio de los corderos”, tras una decena de intentos, llega por fin la última mascara. Una sencilla careta de hockey recortada, con unos clavos delante de la boca.
El Dr. Lecter se come a sus víctimas con gran exquisitez después de haber ejercido toda su brutalidad matando despiadadamente. Se alimenta, tanto en sentido figurado como en sentido propio, de la psique de los demás, y sacia su apetito de conocimiento engullendo el cerebro de sus víctimas. Apacible, elegante y culto, nadie puede sospechar la depravación de su mente.
NORMAN BATES (+16)
Continuamos la emisión con un documental de nacionalidad francesa del año 2016. Tiene una duración de 50 minutos y está dirigido por Frédéric Murarotto. Producción, Pallas Télévision.
Después de estrenarse en 1966 “Psicosis” de Alfred Hitchcock, Norman Bates se convierte en el asesino de referencia en el cine. Es el tipo de personaje que se convierte en alguien muy familiar, y que el público jamás podrá olvidar. Ed Gein, un agricultor de los alrededores de Wisconsin fue la principal inspiración de Robert Bloch para crear el personaje de Norman Bates en su novela en 1959. En sus primeros años, Gein creció en una granja, luego sus padres cambiaron de profesión y abrieron una carnicería. Y a los seis o siete años empezó a ver escenas sangrientas casi todos los días. Veía a su madre descuartizar los cerdos y arrancarles las entrañas, algo que en su retorcida mente dejó una fatídica huella.
Hitchcock compró los derechos de la novela con una oferta de nueve mil quinientos dólares que recibió el agente de Robert Bloch, sin tener la menor idea de con quién estaba negociando. El director tenía la costumbre de ocultar su identidad cuando compraba derechos. Le dijeron que debería rodarse en blanco y negro, así que pensó que se trataba de una película de bajo presupuesto, aunque la propuesta provenía de una de las grandes productoras, Universal Pictures.
Con una mente degenerada, el misterio de su personalidad continúa persiguiendo al espectador tanto en sus numerosas secuelas como en la precuela protagonizada por Freddie Highmore, en la que Norman Bates es un adolescente. Misterio, sexo y thriller inquietante, todos los ingredientes están ahí para convertir a Norman Bates en un icono del crimen desde el momento del lanzamiento de la película “Psicosis”.