La noche temática - 'ISIS, la multinacional del terrorismo'
- La bandera negra es hoy símbolo del terror, representa al Estado Islámico.
- Esta organización terrorista está inundando el planeta con películas de propaganda espectaculares dignas de Hollywood.
- Superproducciones, que son el escaparate de una organización con miles de millones de dólares en sus cuentas bancarias.
- ¿Pero cómo se ha convertido en la organización terrorista más poderosa y rica del mundo?
- ¿Cuáles son sus fuentes de financiación?
Esta Noche Temática nos acerca a la máquina de propaganda y al sistema de financiación del Estado Islámico.
Esta Noche Temática incluye los siguientes títulos: “Descodificando al ISIS” y “La financiación del Daesh”.
1.- “Descodificando el ISIS”” +16
La Noche Temática inicia su emisión con el documental “Descodificando el ISIS”, una producción italiana de 2015 dirigida por Riccardo Mazzon, Graziela Giangiulio y Antonio Albanese , de 52 minutos de duración y coproducida por Todos Contentos y Yo Tambien y Magnolia (Zodiak Media Group).
Cada una de las acciones terroristas del Estado Islámico va acompañada de vídeos cuidadosamente montados cuya finalidad es enardecer a las masas árabes y aterrorizar a occidente. Mediante la difusión en Internet de videos de propaganda en inglés o francés, la organización terrorista busca reclutar la mayor cantidad posible de combatientes occidentales.
Pero lo que vemos en nuestras pantallas es sólo una pequeña parte de los cientos de clips subidos diariamente. Durante dos años, un equipo de siete expertos ha rastreado la red, descargado miles de vídeos producidos por el Estado Islámico y analizado su propaganda.
Antes de ser una máquina de guerra, el ISIS (Estado Islámico) es una enorme máquina de propaganda que emplea a más de 100 técnicos occidentales, con 40 locutores, 4 productoras institucionales internacionales y más de 40 canales locales con base en Oriente Medio y África. Los equipos de rodaje del ISIS están formados sobre todo por turcos, sirios y occidentales conversos, que se están transformando rápidamente en equipos de reporteros de guerra profesionales con gran habilidad para la edición y el montaje.
El Estado Islámico está construido sobre la propaganda. “Flames of War” (Llamas de guerra) es el documental oficial del Estado Islámico. Una reconstrucción histórica en inglés dirigida a los occidentales. Su objetivo es transmitir la capacidad militar del ISIS y sus objetivos, pero también inventar un nuevo imaginario. El ISIS no ha inventado nuevos formatos, sus programas están hechos de códigos de comunicación, normas y formatos ya inventados y probados por su peor enemigo: Occidente.
Sus videos copian otras películas, como los anuncios oficiales del ejército americano para reclutar voluntarios. Otros videos están copiados de conocidos videojuegos americanos.
El nacimiento del Estado Islámico coincide con la aparición de una iconografía cuidadosamente diseñada. El punto fuerte es la ejecución de los infieles. Hasta ahora el video más elaborado es el de la ejecución del piloto jordano. En ocasiones los ejecutores son niños, los adoctrinan y enseñan a matar, son los cachorros de león del califato. Niños guapos y actos heroicos. Un marketing simple y eficaz, como el símbolo que han elegido. La bandera negra. Es la que históricamente utilizó el profeta, llamada Rayat al-Uqab. Anuncia el regreso del Mahdi, el profeta.
2.-“La financiación del Daesh” +16
La Noche Temática continúa su emisión con el documental “La financiación del Daesh”, una producción francesa de 2016 dirigida por Jérôme Fritel, de 56 minutos de duración y producida por C-Prod.
Estado Islámico, Daesh en árabe, es la organización terrorista más poderosa y rica del mundo. Los yihadistas se sostienen gracias a importantes fuentes de ingresos que les permiten perpetuar la lucha. Venden algodón y petróleo a precios muy bajos, incluso al enemigo. Esta investigación analiza todos los ingresos y gastos de la economía de Daesh.
Para labrar su fortuna, el Estado Islámico ha conseguido construir su propio estado. A caballo entre Siria e Irak, los yihadistas se han hecho con el control de un territorio tan extenso como Italia, en el que viven diez millones de habitantes. Las razones de esta guerra no son exclusivamente territoriales, son también económicas, porque el subsuelo de esta región es uno de los más ricos del mundo.
A la cabeza del Estado Islámico, Abur Bakr al-Baghdadi se presenta como el “califa”, o sucesor del profeta Mahoma. Para imponer su autoridad recurre al uso de métodos bárbaros. La esclavización de mujeres, ejecuciones públicas, en las que utiliza uno de los métodos más terribles que existen: la decapitación.
Pero, ¿cómo el Daesh ha logrado convertirse en la organización terrorista más poderosa y rica de la historia? ¿Cuáles son las diferentes fuentes de financiación del Estado Islámico?
El Estado Islámico es un estado autofinanciado. Aprovechando el caos en Irak y posteriormente la guerra civil en la vecina Siria, han creado un nuevo Estado, con Raqa en Siria como su capital. Su territorio, en continua expansión, les permite así mismo multiplicar sus fuentes de ingresos. Los yihadistas explotan principalmente una materia prima enormemente valiosa, el petróleo, que increíblemente consiguen extraer y vender en todo el mundo. El petróleo representa una cuarta parte de los ingresos del Estado Islámico. Los terroristas extraen este oro negro y lo convierten en millones de dólares.
En teoría, los yihadistas no deberían sin embargo tener la posibilidad de vender este petróleo, ya que está sometido a un embargo internacional, con objeto de cortarles la llegada de suministros. Pero en Bagdad, en el Ministerio Iraquí del Petróleo aseguran que algunos países no respetan el embargo, señalando claramente con el dedo a Turquía. Una vez el petróleo ha pasado al lado turco, la batalla está ganada para el Estado Islámico. Pues allí, se mezcla directamente con el petróleo importado legalmente, y resulta imposible ya localizar su origen.
Una parte de ese petróleo llegará incluso directamente a los depósitos de nuestros coches. Un escándalo revelado en septiembre pasado por la embajadora de la Unión Europea en Irak para Daesh: “El petróleo es el punto clave de la guerra. Por desgracia, hay estados miembros de la Unión Europea que compran ese petróleo”.
Pero el Estado Islámico ha conseguido diversificarse. Porque sus conquistas están siempre guiadas por un interés económico. Además de apoderarse del petróleo, la organización terrorista ha conquistado también las llanuras más fértiles de la región.
La agricultura es su segunda fuente de ingresos. Especialmente, gracias a un cultivo tan difícil de rastrear como el petróleo: el algodón, que entra en Europa a través de Turquía.
Al comprar nuestras prendas de vestir, en occidente, puede que estemos, sin saberlo, financiando al terrorismo, ya que este algodón sirio, que llega siempre al mercado mundial textil, está ampliamente gravado por Daesh.
Una gran parte de la ropa de bajo costo que se vende en Francia, proviene de Turquía; y para producir camisetas a un precio económico, los fabricantes locales buscan el algodón más barato posible, y poco importa de dónde proceda. Para ello, los comerciantes, tienen un suministrador ideal: la vecina Siria.
El Daesh no es sólo un grupo terrorista. La organización pretende, sobre todo, dar una imagen de estado. Su intención es presidir el destino de sus diez millones de ciudadanos. Así que, como cualquier otro país del mundo, el Estado Islámico se ha dotado de un gobierno. El Daesh grava con toda clase de impuestos a sus diez millones de ciudadanos. Esto les permite recoger millones de euros cada mes. Una recaudación de fondos en constante aumento, que ha superado incluso los ingresos obtenidos por los yihadistas con el contrabando de petróleo. Estos ingresos son controlados por el Departamento del Zakat. El Zakat es una limosna pagada por todos los musulmanes que disponen de medios a favor de los más desfavorecidos. Pero en Raqa, estos donativos son desviados por el Daesh. El Zaka se ha convertido en un impuesto obligatorio, una fuente de financiación para los terroristas. Además de este impuesto sobre la renta, el Daesh utiliza todas las excusas imaginables para extorsionar a la población. Los comerciantes, por ejemplo, deben pagar una tasa de entre un cinco y un diez por ciento de su facturación.