Portugal gana Eurovisión por primera vez en su historia con la delicadeza de Salvador Sobral
- Consiguen el primer puesto el año que vuelven a la competición
- Italia se pega el gran batacazo
- Manel Navarro ha quedado en el último puesto
Llegó tarde. No pudo hacer todos los ensayos. Ha salido sin coros. Sin puesta en escena. Sin adornos. Ha buscado el escenario más pequeño que había. Él no es de grandes estadios. Es de clubes, de jazz, de la música de verdad. Y así ha ganado Salvador Sobral para Portugal su primer Eurovisión.
Cada vez que se ha subido al escenario ha cantado el "Amar pelos dois" escrito por su hermana de una manera diferente. No le gustan las ataduras. Tanto es así que cuando le felicitamos por el pase a la final nos decía en la zona de camerinos que no le había gustado la actuación de la semifinal, que mucho mejor la de Spain Calling International donde pudo disfrutar de un piano para volar por las notas de su canción. Sin la atadura de los planos de televisión y los tres minutos de duración.
El mérito es suyo, claro está. Ha sido uno de los mejores intérpretes de esta edición de Eurovisión 2017. Pero la partitura y la letra han salido de la cabeza de su hermana, Luisa Sobral. Una cantante y compositora muy reconocida en el país luso. Ha conseguido crear una canción que suena a clásico y que es la elegancia hecha música.
Rtve.es fue el único medio que consiguió hacer un programa antes del Festival con él. Nos deleitó con una versión de "Amar pelos dois" llena de improvisaciones y con música y voz en directo:
Y deliciosa ha sido la actuación junto a su hermana para celebrar que Eurovisión 2017 se va para Portugal:
Tras su emocionante victoria, Salvador ha hablado con nuestros enviados especiales a Kiev.
Manel Navarro, en última posición
Por su parte, el candidato español se ha visto traicionado por los nervios y la voz le ha jugado una mala pasada, quedando en último lugar. Pero se lo ha tomado con humor:
Italia: Decepción de la noche
Portugal ha estado por delante en la clasificación en todo momento, seguida por Bulgaria, Moldavia, Bélgia y Suecia. En sexto lugar ha quedado la segunda desilusión de la noche la ha protagonizado Italia.
Llegó como la gran favorita de Eurovisión y Francesco Gabbani se va a volver a casa sin el micrófono de cristal. Su “Occidentali’s Karma” y su mono al final han pinchado. Después de abarrotar la sala de prensa cada día y de ser el más entrevistado y admirado, se tiene que conformar con el sexto puesto. Pero nadie le quita tener el videoclip con más reproducciones en Youtube. Nada menos que 100.000.000. Atentos a Gabbani que seguro que se convierte en un referente musical de la industria italiana.
Bulgaria: segunda
Kristian Kostov era el único que podía disputarle el micrófono de Eurovisión Salvador Sobral, pero no ha podido ser. Eso sí. Hemos descubierto a una joven voz que tiene sólo 17 años y que canta con un gran despliegue de voz. Que tiene una técnica alucinante y que ha sido el más elegante de este año sobre el escenario.
Seguro que le vemos más veces por España porque nos ha prometido visitarnos después de sentir el cariño de los eurofans de nuestro país.
El saxo de Moldavia ha conquistado Europa
Han sido sin duda, la revelación del Festival. La marcha de Moldavia se ha contagiado por todo el continente. Tanto, que han sido los terceros más votados por el público.
Y nosotros hemos tenido el placer de entrevistarles justo antes de que empezara Eurovisión:
Blanche de Bélgica y Robin de Suecia cumplen y completan el top 5
La quebradiza Blanche se ha venido arriba en los últimos días de Festival después de haber empezado la semana muy desafinada en los ensayos. Pero hoy su actuación ha sido soberbia y ha conseguido un cuarto puesto que premia a una de las mejores canciones de 2017, "City lights"
Suecia ha venido al Festival con una apuesta conservadora. Con Robin: correcto, afinado, guapo… y con la misma puesta en escena del Melfest ¿Para qué cambiar si funciona? Han obtenido un buen resultado. Suecia y su cultura musical siempre garantizan un show a la altura de Eurovisión.