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El cielo en la tierra

  • En una Iglesia románica o una catedral nada está hecho al azar
  • Los maestros constructores de las cofradías medievales las edificaron para conectar la tierra y el cielo
  • Las leyes y números que ordenan el templo son los mismos que rigen en todo el Universo
  • Un templo era una metáfora de la Creación. Un espacio construido para ayudar a la trascendencia del ser humano
  • #CRtemplos

Por
Crónicas - El cielo en la tierra

Ficha técnica

  • Guion: Reyes Ramos
  • Realización: Arturo Villacorta
  • Imagen: Vicente Gil
  • Sonido: Irene Martín
  • Montaje: Ricardo Lago
  • Producción: Ana Pastor/ Lourdes Calvo

Cuando un sacerdote egipcio celebraba sus ritos sagrados mirando al sol, convocaba a las fuerzas de la naturaleza, a la deidad que está en el origen de la vida.

Pero si cambiamos de cultura, de época y de lugar, y nos vamos a la Baja Edad Media, en la catedral de Chartres, o en la de Burgos, también veríamos a un sacerdote oficiando la liturgia en dirección a Oriente, el lugar por donde amanece cada día y la luz de Dios vence a las tinieblas.

Los megalitos, los templos de Heliópolis, las pirámides mayas, las iglesias románicas o las catedrales, son espacios diseñados para conectar la tierra y el cielo.

El espíritu del lugar

Para nuestros antepasados, el “genius loci” era el espíritu del lugar, el alma del lugar, su energía. Mantenían una relación profunda y sagrada con la naturaleza que resuena en nuestros días en las palabras del arquitecto japonés Tadao Ando: “aspiro a arañar el cielo y la tierra para resucitar el genius loci. Recreo el poder de la arquitectura y de la geometría para liberar el espíritu del lugar”.

También Gaudí o Le Corbusier, dos de los más grandes arquitectos contemporáneos, trabajaron con la idea de que somos tributarios de un intercambio de energía entre la tierra y el cielo.

Esteban Fernández Cobián (Profesor Escuela Arquitectura A Coruña)

Los cultos ancestrales se vinculan a enclaves donde nuestros ancestros “sentían” una fuerza especial. En muchas ocasiones, esos lugares sagrados se han mantenido resistiendo el paso del tiempo, de cultura y de religión. Basta recordar el dolmen que se conserva en la capilla de la Santa Cruz, en Cangas de Onís, o el menhir adosado a la catedral de Le Mans.

Daniel Rubio (Investigador en Simbolismo y Lugares Sagrados)

www.terraaurea.com

Daniel Rubio, geobiólogo e investigador en simbolismo y lugares sagrados, nos ha enseñado a leer, desde esta perspectiva, dos templos medievales sorprendentes: la Iglesia templaria de Santa María la Blanca, en Villalcázar de Sirga, Palencia, y la colegiata de Santa María de Bareyo, en Cantabria.

En esta última, la Fundación Marcelino Botín contó con su asesoramiento para hacer los trabajos de restauración respetando los parámetros energéticos con los que fue construida. Gracias a eso, vibra con la misma intensidad que hace setecientos años.

Daniel Rubio elaboró el mapa de sus corrientes telúricas, sin las que asegura, no existe lugar sagrado, y del agua subterránea, otro elemento fundamental que encontramos en todo templo.

Daniel Rubio

El templo y el sol

Hemos ido a Toulouse para entrevistar a Raymond Montercy, uno de los mayores expertos del mundo en arquitectura sagrada. El gran maestro nos descubre que una vez escogido el emplazamiento, lo primero, era posicionar el edificio tomando como base los datos solares. Buscaban el norte geográfico y observaban la salida y la puesta del sol en el solsticio. Esos parámetros, que varían según la latitud, se convertían en la primera geometría del lugar. En la catedral de Chartres, los maestros constructores los dejaron inmortalizados en las vidrieras.

Álvaro de la Torre (Constructor tradicional)

Cosmos y caos

En la tradición clásica que heredaron las cofradías medievales de constructores, cosmos significa orden. Y es lo contrario del caos. Un templo, es un edificio cósmico.

Su geometría traduce a formas los números de la naturaleza, patrones sencillos y eficaces que se encuentran en el orden galáctico, el crecimiento de las plantas, la estructura de las flores o el cuerpo humano.

Los números, por tanto, eran mucho más que una herramienta de cálculo. Eran símbolos. Eran ideas.

Jaime Buhigas (Especialista en Arquitectura Sagrada)

El milagro de la luz

Un templo cósmico, como las iglesias románicas y las catedrales, suele orientarse hacia la salida del sol. Su movimiento, a lo largo del día y de las estaciones, se traduce en luz dentro de la iglesia. Y es todo un lenguaje simbólico.

La puerta de entrada se encontraba en la fachada occidental, en la zona de sombra, y el altar en la parte oriental. Así, el camino interior siempre era hacia la luz. También cerca de la puerta, solían colocarse los laberintos.

José Luis Corral (Profesor de Historia Medieval y escritor)

Una vez atravesada la puerta, los peregrinos podían seguir distintos caminos dentro del templo. Aunque ahora nos resulte extraño, hace cientos de años las Iglesias no tenían bancos, estaban hechas para andar.

Nada estaba hecho al azar

Utilizaban la alquimia de la luz, el mensaje tallado en los capiteles, las energías del lugar…nada estaba hecho al azar. El templo era un puente entre el hombre y la divinidad.

Con el paso de los siglos, la manera de entender el mundo y las fórmulas constructivas fueron cambiando y la actividad de los masones se fue desvaneciendo. Masón en francés y en la Edad Media significaba albañil.

Álvaro de la Torre, constructor tradicional, ha estudiado con los Compagnons franceses. No son los masones especulativos, tal y como los conocemos en la actualidad. Son la consecuencia de las antiguas cofradías medievales; siguen vinculados al trabajo manual y entienden el oficio como un camino de perfección espiritual.

Álvaro de la Torre ( Constructor tradicional)

La tradición ha llegado hasta hoy, y sigue transmitiéndose de forma oral. En Ávila, el Círculo de Geometría Tradicional Raymond Montercy enseña los fundamentos de un conocimiento que el profesor francés ha investigado durante años.

geometriatradicionalraymondmontercy.com

Labrar la piedra

Nuestro primer contacto con la piedra fue en el taller de cantería de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid. Enseñan a los estudiantes a trabajarla manualmente, utilizando las mismas herramientas que en la Edad Baja o el Renacimiento.

Miguel Sobrino, escultor y uno de los profesores del taller, nos dice que la piedra es un sensor donde queda impresa el alma del cantero. Y recuerda que la piedra se “labra”, como la tierra. De sus alumnos, ha aprendido que los nombres de las herramientas que utilizan no es, ni mucho menos, aleatorio.

Miguel Sobrino ( Escultor)

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