¿Alguien que pueda resistirse a una buena tarta de queso? Sí sí, de las que se hornean: con la base crujiente y especiada, el centro cremoso, los bordes doraditos… ¡Claro, apetece a cualquiera! Por eso voy a enseñarte a hacerla en versión más ligera (que no para consumo habitual, claro está) y muy fácil para que te salga perfecta a la primera.
Y como siempre, aprovechando una fruta tropical que ahora mismo está en oferta en fruterías y supermercados: ¡la piña de casa, “made in Spain”! Porque tanto Canarias como Murcia producen esta rica fruta tropical y hay que aprovecharla.
TARTA DE QUESO Y PIÑA
TARTA DE QUESO Y PIÑA
postres
Ingredientes | Preparación |
- Base: 80 gramos de harina integral de avena (o copos de avena molidos), 1 cucharada de crema de cacahuete, 1 cucharadita de canela en polvo y agua (aproximadamente 3 cucharadas).
- Relleno: 600 gramos de queso crema, 3 huevos a temperatura ambiente, 250 gramos de puré de piña y 70 gramos de azúcar (o 40 de xilitol/estevia).
- Decoración: piña fresca cortada en brunoise o mermelada de piña casera.
| - Para la base: mezclamos la harina de avena con la canela y luego con la crema de cacahuete. Añadimos el agua y mezclamos hasta obtener una mezcla consistente que pueda trabajarse (no tan seca que se rompa ni tan húmeda que sea pegajosa). Ponemos papel de horno sobre el fondo de un molde desmontable de 18 cm (no hace falta si el molde es de silicona) y lo cubrimos con nuestra masa, sin dejar huecos y procurando presionar bien y de forma uniforme para que la altura sea igual en toda la tarta. Engrasamos las paredes del molde y refrigeramos mientras preparamos el relleno.
- Para el relleno: precalentamos el horno a 165ºC y trabajamos bien el queso crema con espátula o varilla (manual o eléctrica, no importa mientras lo hagamos despacito y sin introducir aire) hasta lograr una textura mucho más ligera y cremosa. Añadimos el azúcar o el edulcorante y volvemos a mezclar. Añadimos un huevo y mezclamos, repetimos con los otros dos. Añadimos el puré de piña (que habremos hecho procesando piña fresca o en conserva al natural, bien escurrida y colada) y mezclamos con movimientos envolventes, de forma pausada y suave (esto es muy importante porque mezclar de forma vigorosa introduce aire y es uno de los motivos principales por los que se resquebrajan las tartas de queso que se hornean). Horneamos durante 40 minutos o hasta que la tarta esté doradita pero sin que se haya hecho totalmente en el centro. Dejamos atemperar con el horno entreabierto y cuando esté totalmente fría podemos cubrir con film y refrigerar durante al menos 3 o 4 horas (retirar de inmediato del horno o meter la tarta tibia o caliente en la nevera hará que se resquebraje por los cambios bruscos de temperatura).
- Para decorar: si queremos servir una tarta fresquita pero cremosa retiramos al menos 10 minutos antes de la nevera y decoramos con una brunoise bien finita de piña fresca o en conserva al natural, bien escurrida. Flambeamos con el soplete para caramelizar y potenciar su sabor y dulzor natural y… ¡A disfrutar! También podemos cubrir con una mermelada casera de piña (como he hecho yo para aprovechar una conserva que aún me quedaba en la despensa) que haremos con piña fresca cocinada a baja temperatura con 1 cucharada de agua y un poco de endulzante al gusto (en este caso no es necesario añadir agar agar, gelatina ni semillas de chía para espesar).
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